El precio del agua

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La empresa responsable del servicio de agua potable en Puno incrementó la tarifa en 53% en menos de un año. Sin embargo algunos puneños solo tienen agua un par de horas.

Por: Ernesto Cabral
Portada: Roger McLassus



¿Por qué una persona que vive a pocos kilómetros del segundo lago más grande de Sudamérica recibe en su casa solo dos horas de agua al día? “El recibo viene más puntual que el agua”, reclama Hugo, puneño de sesenta años, sentado en su cajón de lustrabotas, quien paga una tarifa aproximada de quince soles mensuales. En su casa ubicada en el barrio Alto Bellavista, en Puno, solo tiene agua a las nueve de la mañana, durante una hora. Cuando llueve, el agua le llega turbia, asegura.

Como Hugo, varios puneños reciben pocas horas de agua al día. EMSA Puno, encargada también del servicio de agua potable, apuesta por alzar su precio como posible solución. De hecho, las dos alzas realizadas hasta el momento (en 2013 y 2014), y la posibilidad de una tercera derivaron en un paro de veinticuatro horas el último 25 de noviembre, convocado por el Frente de Organizaciones Populares (FOP). La población no está dispuesta a pagar más.

“EMSA está en rojo”, explica Héctor Holguín, gerente general de EMSA Puno. El 2014 la empresa registró un millón ochocientos mil soles de pérdidas, debido a dos deudas, según consta en el Plan Maestro Optimizado (PMO) de la EPS.

Hugo, Renán y Elizabeth están indignados por la mala calidad del servicio de agua potable en Puno.

¿Por qué alguien que vive a pocos kilómetros del segundo lago más grande de Sudamérica recibe en su casa unas horas de agua al día?

“Si aquí tenemos el lago, no sé por qué no hay agua en Puno”, cuestiona Elizabeth, quien prepara almuerzos en un local del Mercado Central. En su hogar, ubicado en el centro poblado de Salcedo, solo recibe agua entre las seis y nueve de la mañana.

EMSA Puno presentó el PMO en julio de 2012. En base a este documento, la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass) aprobó un plan de incrementos de la tarifa del agua en agosto de 2013. Los ingresos por este incremento servirían para ejecutar mejoras en los servicios de puneños como Elizabeth, según el PMO. Sin embargo, la población no está dispuesta a pagar más.

“EMSA no da para más”, asegura Richard Tipo, secretario de defensa del FOP, agrupación que exige la suspensión del incremento y la destitución del gerente general de EMSA así como de su directorio.

Para el año 2014, EMSA Puno tenía previsto un incremento del 12.1% de la tarifa de agua. Sin embargo, la Sunass aprobó un porcentaje menor: un 3% en octubre y un 7.7% en noviembre; ya que la EPS no cumplió con las mejoras requeridas para aquel periodo. Una falta que podría costarle una multa de casi dos millones de soles de parte de la Sunass.

Antes de los incrementos tarifarios, 20 m3 de agua al mes costaba S/. 0.78; un precio notablemente menor al cobrado por Sedapal (Lima) y SedaCusco que por la mitad del suministro (10 m3) cobraban S/. 1.12 y S/.0.76 mensuales respectivamente. Luego de la primera etapa del reordenamiento tarifario (2014-2015), 20 m3  de agua en Puno pasó a costar S/. 1.20, un incremento del 53%.

“Si tuviera un buen servicio todo el día, ¿por qué no pagaría más?”, explica Renán, abogado que vive a cuatro cuadras del centro y asegura no tener agua regularmente. Pero hasta el momento la Municipalidad Provincial de Puno solo le ha dado motivos para desconfiar.

Por ahora los dirigentes evalúan convocar más movilizaciones para impedir los siguientes incrementos. Mientras, EMSA Puno podría sufrir otra multa de más de 1 millón 900 mil soles si no aplica el esquema tarifario aprobado por Sunass.

Entre tanto, muy cerca del segundo lago más grande de Sudamérica, puneños como Hugo guardan un poco de agua en baldes para lavarse la cara al regresar del trabajo.