Revista Impresión N°41

Por amor al arte

Salas como las del Cine-Teatro Colón o del Orrantia fueron templos del séptimo arte cuando no existían los multicines, el DVD ni Blu Ray y menos Netflix. Durante décadas acogieron a generaciones de espectadores que transitaron por ellas para disfrutar sus películas favoritas. No obstante, los espectáculos cinematográficos que albergaban ahora solo pueden ser imaginados. Hoy el Colón se ve deslucido, mientras que el Orrantia se ha convertido en una iglesia evangélica. He aquí un breve recuerdo, lleno de nostalgia, de sus épocas de gloria y su insospechado desenlace.