Katherina Castillo es psicóloga y trabaja desde hace cinco años con niños, jóvenes y adultos que viven en situaciones de riesgo. Se ha especializado en distintas terapias: cognitiva, conductual, narrativa y artes expresivas (TAE). Ella trata casos de trastornos de conducta alimentaria (TCA) en las áreas de gestión de emociones y orientación vocacional.
Por: Pamela Julca
Portada: Estudiante en el campus Pucp
Katherina Castillo nació y creció en Trujillo. Estudio en la Escuela Superior de Bellas Artes de Trujillo. En el 2012, viajó a Lima para estudiar Artes expresivas en contextos terapéuticos, educativos y de cambio social en la TAE Perú- Filial Latinoamericana European Graduate. Trabaja en temas comunitarios desde hace un año como el Programa de Formación en Gestión Cultural del Centro de Diagnóstico y Rehabilitación “Maranguita”. De igual manera, en programas de TV como “Los cuentos de Chaski Internacional” de Canal Ipe (Tv Perú).
En esta entrevista, Katherina habla del estrés en los jóvenes universitarios a causa de las calificaciones semestrales, también se refiere al impacto negativo de las redes sociales, a la presión familiar para elegir una carrera y al desarreglo en las horas de sueño y de alimentación. Además, opina sobre el consumo de psicoactivos y hace recomendaciones a los estudiantes universitarios para evitar el estrés académico.
¿De qué manera afecta psicológicamente al estudiante universitario no dormir a sus horas debidas? ¿Cuáles serían los síntomas a corto y a largo plazo?
Definitivamente el no dormir afecta a nuestro cerebro, específicamente a las funciones psicológicas como es la de poder tener un alto rango de concentración y en el tema de la memoria. Creo que el no descansar las horas adecuadas podría afectarnos tanto en el corto como a largo plazo. Médicamente hablando, son mínimo ocho horas de sueño, pero cada persona puede encontrar cual es el ritmo de sueño que le funciona mejor. Hay gente para la cual irse a dormir a las diez de la noche les puede funcionar bien y se levantan al día siguiente temprano. Es más que nada aprender cómo funcionan nuestros cuerpos y que es lo que más les benefician. Hay que recordar que es muy importante dormir ya que durante el día nuestro cerebro procesa todas nuestras experiencias no solamente recoge lo más importante en temas de aprendizaje sino también emocionalmente procesamos cosas a través de los sueños. Ya que nuestro cuerpo también tiene necesidades y creo que es bastante importante poder reconocerlas.
¿El no alimentarse bien y a las horas debidas también nos afecta psicológicamente?
Lo más importante es poder entender la relación que uno puede tener con la comida a un nivel emocional. A veces nos castigamos con la comida. Por ejemplo, decimos “sino termino todas estas materias que estoy estudiando, no voy a comer”. Y eso no es saludable. De igual manera, estoy comiendo con angustia, debido a que, estoy concentrado en lo que estoy estudiando. Así que empiezo a ser negligente con mi alimentación y salud. Entonces yo creo que es muy importante poder entender que la alimentación no es un castigo o una recompensa, es algo que nuestro cuerpo necesita. Por consiguiente, no es justo descuidar nuestro cuerpo con todo el esfuerzo que hace, en vista de que nos permite estudiar y rendir en la universidad. Por lo tanto, el cuerpo necesita calorías para que funcionen correctamente nuestras neuronas, al igual que todas las células en nuestro organismo. Podemos provocarnos desórdenes alimenticios al comer a cualquier hora, tener atracones o períodos de ayuno prolongados.
La alimentación no es un castigo o una recompensa, es algo que nuestro cuerpo necesita”, sostiene Castillo.
¿Cuál es su opinión sobre la presión académica que lleva a muchos jóvenes a consumir ciertas drogas para aliviar la tensión?
Es importante cuestionarnos qué es lo que consumimos y finalmente qué es lo que nos beneficia. Y si yo estoy usando estas sustancias para escapar, también tengo que parar un segundo y preguntarme de qué exactamente estoy escapando y buscar ayuda psicológica. El consumo de estas drogas no nos van ayudar a largo plazo, simplemente nos van afectar más. Por otro lado, creo que hemos romantizado mucho el hecho de cómo miramos a las drogas, y creo que es importante entender que hay detrás de las drogas: toda una red de violencia e ilegalidad. En el Perú hay mafias que se dedican al tráfico ilícito de cocaína, sobre todo en la selva. En estos lugares donde se cultivan psicoactivos, existe trata de personas, abuso sexual de menores, redes de prostitución infantil, etc.
Los estudiantes universitarios pasan largas horas en redes sociales o internet algunas son para estudiar pero la mayoría son para procrastinar y evadir la realidad. ¿Cree usted que podría ser un factor causal de estrés?
Yo creo que siempre va depender mucho de nuestra ética de consumo. El internet y las redes sociales no son un problema, el problema es la clase de material que nosotros consumimos. Entonces es nuestra responsabilidad aprender a filtrar lo que vemos y evaluar si me provoca algún tipo de estrés. Y de ser así hay que dejarlo. No hay que convertir una herramienta como internet en nuestro propio enemigo. Las redes sociales también pueden ser fuentes de conocimiento, allí se ha expuesto mucho sobre temas de salud mental.
¿Cuál es su opinión sobre los adolescentes que a los 15 o 16 años, aun estando en el colegio, les exigen escoger una la carrera a la cual van a dedicarse toda su vida? ¿No es mucha presión?
Creo que existe una gran presión cuando crees que debes escoger una carrera a los 15 o 16 años para dedicarte toda tu vida. Ahora, elegir una profesión no es un camino sino una herramienta para mi camino y esta herramienta va formar parte de mí, de mis utensilios para mi travesía a través del bosque de la vida. Pensar estudiar una carrera puede que nos ayude a descubrir que existen otras cosas que nos gusten. Creo que el poder tener esos cambios de palabras es importante, hay que evaluarlo como si fuera una herramienta para atravesar cierto tiempo. Por ejemplo, si veo que esta carrera me funciona para toda la vida, “qué bien” y me quedo ahí; pero si veo que quizás me abre oportunidades para aprender otras herramientas pues también, “qué bien”.
Una profesión no es un camino, es una herramienta para la travesía a través del bosque de la vida”, afirma la psicóloga.
Si un estudiante es desaprobado en un curso. ¿Cómo debe afrontarlo?
Creo que es importante como persona entender que una calificación no mide nuestra autovalía, no define quienes somos, es decir, no define si somos personas exitosas o si somos perdedores y no sabemos nada. Una nota solo puede definir que tanto estamos aprendiendo sobre el tema. Yo creo que lo importante es entender que el error no nos define, que si bien nos han enseñado desde pequeños a tenerle miedo al error, el error no es tan grave, es parte del aprendizaje y es bueno entender nuevamente que yo no soy mi nota, que una calificación no define quien soy.
¿Algunas recomendaciones, tips o consejos para evitar el estrés para los estudiantes universitarios debido a que ya se viene la semana de exámenes finales?
Yo creo que el estrés es inevitable. Por un lado, existe el estrés positivo y por otro el negativo. Y hay que saber entender cómo es que yo me paro frente a este estrés. Porque hay algunas cosas que me van a sobrepasar, hay otras que no y tengo que generar esos recursos. Me refiero a tener un botiquín de emergencia emocional mental. Por ejemplo, puedo poner ahí las canciones que me dan comfort, algunos videos que me hacen sentir bien. Obviamente no me voy a encerrar en mi cuarto a mirar esos contenidos durante una hora. Es necesario ponerse un límite pensando en cuánto tiempo tengo que utilizar este distractor para poder encontrar un bienestar. Cuando el botiquín de emergencia no funciona debo buscar ayuda en un centro de salud. Hablar con un terapeuta o psicólogo podría ser lo más adecuado. No existe nada de malo en pedir ayuda cuando la necesitas.