El nado sincronizado es un deporte que presenta roles de género muy marcados, especialmente en Perú. La mayoría de quienes lo practican son mujeres. De cada 20 deportistas, solo uno o dos son hombres. ¿Es la natación artística una disciplina que discrimina? ¿Por qué se la relaciona más con el sexo femenino?
Por Rosa María Falcón
La natación artística es un deporte que incluye natación, danza y gimnasia. Es practicado sobre todo por mujeres jóvenes que realizan una serie de movimientos sincronizados en el agua, al ritmo de una pieza musical. Estas acrobacias incluyen el uso de recursos para la presentación visual y artística: vestuario, peinado y maquillaje. Los atuendos y recursos cosméticos hacen más llamativa la actuación de las nadadoras, explica Mercedes Falcón, entrenadora de Lima Syncro Club.
Este es un deporte que no está vetado para los hombres. Sin embargo, subsisten estereotipos y diferencias a nivel técnico que dificultan su práctica. Como señala Mercedes, es muy poco común encontrar exponentes del sexo masculino: “Recuerdo a niños que querían practicarlo, pero como no es una disciplina que se promueva entre los varones los retiraban a la semana o al mes”. También apunta que les es más complicado desarrollar las habilidades y el talento artístico que implica el nado sincronizado. Aun así, la entrenadora asegura que el género no es un impedimento para adquirir estas destrezas.
Si bien los hombres que practican este deporte no demuestran el mismo nivel que las mujeres, tienen la mayor disposición para corregir sus errores y mejorar en sus técnicas. La mayor dificultad para ellos es dosificar su fuerza física al momento de ensayar cada acrobacia, precisa la entrenadora.
No obstante, los estigmas sociales complican el proceso de integración a un deporte que muchos etiquetan como “femenino”. Incluso estos prejuicios parten de las propias mujeres. Como rememora el exnadador Alonso Rivera: “Hubo personas que sabían que yo entrenaba y me decían: ‘Ah, estás en un deporte de flacas, ¿no?’. Y yo les decía que no. O cuando mi amiga me pidió que me uniera a su equipo. Ella lo había dicho en broma, no esperaba que yo le diga que sí”.

Al comienzo Alonso se sentía raro en los entrenamientos pues solo había un chico además de él. Pero con el tiempo logró adaptarse gracias al apoyo de sus compañeras, quienes buscaron integrarlo. Alonso recuerda su experiencia: “Una vez, mientras competía y estaba sonando mi música, estaba en el agua cuando de pronto levanté la cabeza y vi un cartel con mi nombre que habían hecho las niñas del club. Me transmitieron un cariño alucinante que nunca antes había sentido”.
Así como Alonso, existen otros jóvenes que también practican este deporte. Boris Quilca, actual nadador del equipo de natación sincronizada Lima Syncro Club, relata que ha aprendido a ignorar los prejuicios machistas. En dos ocasiones, mientras se preparaba para una competencia, fue criticado por otros hombres con comentarios inapropiados. Boris destaca que, a la inversa, hay personas que se impresionan positivamente con su perfomance en el agua, aunque sus comentarios aluden a que “es la primera vez que ven a un hombre que haga esto”.
Boris Quilca asegura que la natación artística, con sus retos y estigmas, ha hecho más amena su vida. Reconoce que hay retos físicos muy difíciles de practicar para un hombre, y que es un deporte infravalorado cuando se afirma que es solo para mujeres o que es sencillo. La natación artística le permitió drenar sus emociones y su ansiedad. Cada día se concentra más para llegar a un punto de disfrute. No solo encuentra relajo en esta práctica, sino que ha descubierto que es un deporte bello debido a la exhibición de su destreza artística.
La Federación Internacional de Natación (FINA) ha autorizado la creación de categorías mixtas en los torneos internacionales. Los varones ya están incluidos en el nado sincronizado de alta competencia. Su rol es muy importante en determinadas acrobacias como las elevaciones, figuras y piruetas que se realizan en el agua. De este modo, la FINA está buscando incluir a los hombres en esta práctica. Pronto también los veremos brillar.
