[GALERÍA] Masacre e impunidad en Juliaca: hoy se cumplen cuatro meses

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Isabel Hancco Carcaustode, madre de Christian Armando Mamani Hancco (22), recuerda a su hijo el día que recibió un balazo mortal. Cuenta que él había estado caminando por las calles cercanas al aeropuerto de Juliaca y de repente un disparo le quitó la vida.
El antiguo carnet de Marco Antonio Samillán Sanga (29), el brigadista y médico internista que fue asesinado el 9 de enero. Sus familiares aún conservan este documento que demuestra que él no era un vándalo ni un subversivo. Marco Antonio era un universitario que realizaba sus prácticas pre profesionales en EsSalud como parte de formación académica.
Rosa Luque, madre de Heliot Cristhian Arizaca Luque (18), carga el cuadro de su hijo que falleció el lunes 9 de enero al frente del aeropuerto de Juliaca. Él fue velado en Juliaca, pero fue enterrado en Ayaviri, provincia de Melgar en Puno, ya que la mayoría parte de su vida vivió ahí.
Marcelina Mamani Caira de Mamani, esposa de Rubén Fernando Mamani Muchica (55) manifestante proveniente de Azangaro, aún conserva las prendas y la chaquitaclla, instrumento con el que trabajaba en la agricultura de su hogar, de su pareja con la finalidad de que su memoria aun siga viva en sus seres queridos.
La familia de Brayan Apaza Jumpiri (16), el menor de todos los fallecidos en la ciudad de Juliaca, se dirigen al cementerio para visitar a su ser querido.
Demetrio Aroquipa, padre de Jhamileth Nataly Aroquipa Hancco (17) estudiante de psicologia, cuenta que ella había salido a comprar al mercado cercano del aeropuerto de Juliaca cuando inesperadamente empezó la represión policial y ella fue impactada por un mortal disparo.
Reynaldo Ilaquita Cruz (21) se encuentra acompañado de sus amigos del colegio luego de haber tocado la trompeta en un desfile. Su padre, Mario Ilaquita, lo recuerda constantemente, porque practicaba y enseñaba a tocar de forma armónica este instrumento.
9 de enero de 2023. Luego de un mes de protestas contra el gobierno de Dina Boluarte, las fuerzas de seguridad asesinaron a 18 manifestantes en la ciudad de Juliaca. Prohibido olvidar.

Por Luis Javier Maguiña
Fotografías: Luis Javier Maguiña



Sus familiares se despidieron de ellos en una ceremonia realizada en la plaza central de la ciudad. Luego, cada uno de los restos fue llevado a sus respectivas provincias. Después, en las manifestaciones se sumó una exigencia que sigue vigente hasta el día de hoy: verdad y justicia, sanción para los responsables de estos crímenes.

Los familiares de los fallecidos y heridos del 9 de enero se organizaron con la finalidad de que su lucha no quede en vano. Han dado sus testimonios y proporcionado evidencias a organismos internacionales como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

La CIDH denunció esta semana las ejecuciones extrajudiciales perpetradas por el gobierno de Dina Boluarte. Hoy el régimen se siente fuerte y asume que quienes disienten están derrotados, pero así como ocurrió con otros violadores de derechos humanos en la región, tarde o temprano los autores directos e indirectos de estos crímenes deberán enfrentar cargos en los tribunales.