Manipulación enmascarada de mucho amor: detecta el ‘love bombing’ y actúa

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Dos historias anónimas de estudiantes universitarios de Lima y las explicaciones de los psicólogos Lorena Aranda y Fabrizzio Picón nos permiten conocer en profundidad la táctica de manipulación que promete ‘‘el cielo y las estrellas’’. Los especialistas advierten, además, señales de alerta y dan algunas recomendaciones para evitarla.

*Este trabajo fue elaborado en el curso Taller de Redacción Periodística, dictado por el profesor Mario Munive.

Por Luciana Avendaño


Un perfil en apariencia perfecto, mensajes apasionados, hoteles de cinco estrellas, flores y regalos carísimos: así comenzaban las historias de Pernilla, Cecilie y Ayleen, tres de las tantas víctimas de Shimon Hayut, más conocido como “el estafador de Tinder”. Con su “encanto”, no solo les robó el corazón, sino miles de dólares.

Basado en hechos reales, revelados por el medio noruego VG en el reportaje El estafador de Tinder, el documental homónimo de Netflix narra cómo este hombre les hacía promesas de amor eterno y tenía gestos deslumbrantes con ellas para luego estafarlas emocional y económicamente a través de esta app de citas.

Pero el término ‘love bombing’ no es novedoso. Se acuñó en los setenta para describir a los líderes de la secta ‘‘Unification Church of the United States’’, quienes ganaban adeptos mediante bombas de amor o sobredosis de afecto. Así, los halagos excesivos, las promesas de amor incondicional, el temor a Dios y al abandono eran herramientas clave para mantenerlos bajo su control.

Hoy en día algunos psicólogos utilizan este anglicismo para referirse precisamente a esas muestras de cariño y amor que envuelven a las víctimas en un ciclo de manipulación en el que no sabían que estaban.

Una estudiante universitaria se encontraba sentada en las butacas de una sala de cine al lado del chico con el que salía. ‘‘Nos terminamos besando, pero esto me dejó muy confundida porque no estaba segura de si le gustaba o no’’, relata. Decidieron hablar al respecto y quedaron en que se gustaban. Para entonces, las atenciones excesivas por parte de él se intensificaron: ‘‘Me cantaba cuando me daban mis cuadros de ansiedad, me decía que era lo mejor que había conocido, nos veíamos seguido, nos dábamos un montón de cariño…”.

No obstante, en marzo del 2020, a raíz de la pandemia, el confinamiento llegó, y ella notó una disminución abrupta de todas esas atenciones y cariños. ‘‘Ya no había mensajes ni llamadas. Le texteé para preguntarle si pasaba algo conmigo, y ese mensaje nunca me lo respondió. Todo murió ahí’’, revela.

‘‘El ‘love bombing’ como la muestra excesiva de cariño y afecto no está mal siempre y cuando no se convierta en acoso y hostigamiento. Pero entramos a un tema más serio cuando está acompañado de ‘gaslighting’ o ‘ghosting’, donde el agresor manipula a niveles denigrantes o desaparece abruptamente tras generar apego emocional en la víctima’’, explica el psicólogo Fabrizzio Picón.

Fabrizzio Picón es especialista en acompañamiento psicológico post-ruptura amorosa y fundador del centro psicoterapéutico ‘‘Equilibra’’. Foto: archivo personal.

Un alumno de la PUCP, por medio de otros compañeros, conoció a una estudiante que le llamó la atención mientras se encontraba en el comedor central del campus y, con el paso del tiempo, formaron una amistad. ‘‘Recuerdo que intimamos rápido pues nos veíamos seguido. Ella me contaba sus temas personales, yo la aconsejaba, y viceversa. Conectamos muy bien y pronto la invité a salir’’, cuenta.

A partir de esa vez, las muestras de afecto por parte de ella se hicieron más recurrentes. Se demostraban cariño tanto físicamente como por mensajes vía WhatsApp. ‘‘Todo pasó muy rápido y me estaba ilusionando. De verdad quería andar de enamorado con ella. Pero todo cambió cuando un día fuimos a una fiesta y la vi besándose con otra persona. Desde ahí ya no me contactaba. Me sentí muy ansioso y triste, sentí que me usaron por un momento’’, se lamenta.

‘Love bombing’, ¿qué es?

La psicóloga clínica Lorena Aranda Escalante destaca que el ‘love bombing’ se caracteriza por muestras excesivas de afecto en un corto período, que puede ser desde la primera semana hasta el primer o segundo mes en que dos personas empiezan a interactuar, aunque precisa que no hay un tiempo específico. Añade que pueden suceder en cualquier tipo de vínculo amoroso, no solo parejas, y no siempre con una intención de manipulación consciente. 

‘‘Algunos ‘love bombers’ pueden actuar así debido a patrones aprendidos en relaciones pasadas con familiares, parejas o vínculos amorosos, amistades, etc.’’, señala Aranda. Es decir, al ver que les funcionó, lo siguen replicando, sin ser conscientes de que están haciendo algún mal a la otra persona.

Lorena se ha especializado en temas de género, educación sexual integral y prevención de violencia. Asimismo, fundó el centro psicoterapéutico “Khuyaypaq”. Foto: Lorena Aranda.

Siguiendo la misma línea, el psicoterapeuta Fabrizzio Picón coincide en que el ‘love bombing’ puede ser usado como una táctica de manipulación emocional generadora de dependencia en la víctima a través de muestras de afecto en demasía. 

Aunque para él tampoco existe un período exacto donde se tengan que mostrar estas conductas para ser consideradas ‘love bombing’, resalta que se trata de un pico de muestra hostigante de afectos que pronto deriva en una pérdida súbita de interés.

Los dos psicólogos advierten la peligrosidad de estas conductas y sus consecuencias a largo plazo en las víctimas, que van desde ansiedad, estrés e inseguridad hasta sentimientos de culpa, autocrítica y desconfianza en nuevas relaciones.

Picón y Aranda comentan que, si bien es difícil determinar que el agresor presenta costumbre o algún trastorno de la personalidad (pues se requiere de una evaluación psicológica y psiquiátricamente rigurosa), los que generalmente suelen cometer ‘love bombing’ son personas con rasgos narcisistas; individuos que les gusta tener el control de todo para evitar sentir dolor y, por ello, incurren en la manipulación; personas con creencias machistas (en su mayoría hombres que cosifican a sus parejas y ejercen una autoridad inexistente, manipulándolas a su antojo); ‘‘o una persona sin ningún diagnóstico que busca ser extremadamente detallista solo porque en su anterior relación no lo fue’’, agrega Picón.

Aunque ambos especialistas coinciden en que el ‘love bombing’ puede ser cometido por cualquier género, Aranda menciona que, en su experiencia, ha visto más casos de hombres hacia mujeres.

¿Cómo detectar el ‘love bombing’ a tiempo?

Si bien se afirma que puede ser complicado detectarlo a la primera (y se debe analizar si estas muestras de afecto abrumadoras son constantes con el tiempo, decrecen y/o cambian), ambos especialistas indican señales de alerta para que las personas reconozcan si están siendo manipuladas, o no.

  1. Intensidad excesiva en poco tiempo. Frases como ‘‘Eres la persona más especial que he conocido’’, ‘‘Me siento más completa(o) contigo’’, ‘‘Eres el amor de mi vida’’, cuando apenas han compartido momentos significativos. 
  2. Contacto constante y monitoreo en redes sociales. Para el agresor, la posibilidad de mandar mensajes, llamar o incluso enviar regalos de manera inmediata vía aplicativos permite controlar la atención de la víctima y fomentar su dependencia, según Picón.
  3. Creación de una falsa intimidad. A veces, el agresor tiende a compartir temas o experiencias personales para aparentar vulnerabilidad y generar empatía rápida con la víctima. Esta ‘‘falsa intimidad’’ le hace creer que tiene un vínculo exclusivo con el agresor, y ‘‘se usa para enganchar a la persona’’, afirma Aranda.
  4. Declaraciones de amor anticipadas o promesas a futuro. Picón advierte que declaraciones como ‘‘Quiero pasar el resto de mi vida contigo’’ son típicas pues apelan al deseo de seguridad en la víctima.

Entonces, ¿qué hacer?

Entre recomendaciones separadas, ambos psicólogos convergen en tres medidas que buscan proteger el bienestar emocional de las víctimas.

  1. Reconocer y poner límites. Aquí las víctimas exploran sus propias emociones y evalúan cómo se sienten cuando están con esta persona. Es importante reconocer cuándo se están entregando demasiado rápido para evitar que la dependencia emocional tome control de sus vidas (analizar previo a actuar).
  2. Refugiarse en amigos y familiares. Es importante establecer redes de apoyo externas, ya sea con amigos o familiares, para mantener una perspectiva sana de la relación y recordar la importancia de los vínculos fuera de la misma. Especialmente cuando el agresor muestra señales de control y dependencia.
  3. Acudir a un(a) profesional. La psicoterapia puede ser esencial para comprender sus emociones y desarrollar estrategias a fin de evitar futuras situaciones de manipulación. Esto es crucial sobre todo si se ha provocado problemas de autoestima, ansiedad o cuadros depresivos.

Lorena y Fabrizzio comparten las técnicas que ellos aplican con sus pacientes: terapias contextuales centradas en el reconocimiento de emociones que ayudan a distinguir cuándo un amor es sano o no; regulación emocional con respiraciones constantes que reducen la ansiedad y brindan espacios de calma para la reconstrucción de la autoestima; desarrollo de habilidades de autocuidado en actividades y relaciones positivas; terapia dialéctica conductual; entre otras.

Reconocer y superar el ‘love bombing’ es un proceso de autodescubrimiento y fortalecimiento emocional. Al igual que las víctimas del ‘‘estafador de Tinder’’, identificar las señales de manipulación emocional, como promesas y muestras de afecto abrumadoras, es esencial. Con el apoyo adecuado es posible romper este ciclo de dependencia emocional que generan estas tácticas. Solo así se puede reconstruir una autoestima sólida y abrir paso a relaciones auténticas, donde el respeto y el equilibrio sustituyan a la manipulación.