[GALERÍA] Entre las montañas de los Andes, Puquio celebró la Fiesta del Agua 

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Las celebraciones inician con el pago a la tierra realizado en la cima del cerro Pedro Orqo, a ocho horas de distancia a pie desde Puquio. Hasta allí llegan los auquis, sabios y ancianos de las comunidades que componen este poblado y los pongos, sus asistentes, quienes cargan hojas de coca, cigarrillos y preparados a base de bebidas alcohólicas y plantas locales para el camino.
Luego de alcanzar la cima de la montaña, a casi 4000 metros sobre el nivel del mar, los auquis descienden y beben el agua cristalina que es conducida por los canales ancestrales a sus localidades.
Para realizar el pago a la tierra inicial, los sabios deben caminar por lo menos ocho horas durante toda la noche hasta alcanzar la cima de Pedro Orqo. En el trayecto, realizan paradas para chacchar coca, fumar cigarrillos y beber los preparados con los que combaten las feroces temperaturas que descienden hasta los dos grados centígrados.
Los pongos llevan galones con las bebidas alcohólicas que solicitan los ancianos en el trayecto. En cada parada, deben atender el llamado de “servicio”, que significa que deben entregar un vaso con la bebida.
De vuelta en el pueblo, las competencias inician con batallas de danzantes de tijeras y retos entre los miembros de la población. Algunas personas que tienen cuentas pendientes optan por una “guerra de huevos” para saldar sus rencillas.
A esas disputas sigue el Angoso, un brindis realizado entre comunidades en el que se festeja la prosperidad y la buena cosecha.
Desde Churulla, locación en la que se desarrolla el Angoso, las diferentes comunidades descienden al pueblo de Puquio realizando el Aylas, baile en el que los miembros de cada distrito caminan danzando agarrados de las manos, mientras violines y arpas dictan el compás de la música.
Los auquis de cada distrito lideran el descenso en el Aylas. Portando cruces, muestra del sincretismo religioso que nació en las regiones andinas durante la época colonial, comandan el retorno a Puquio.
Puquio, que significa “manantial de agua”, se erige entre las montañas como una pequeña pero próspera localidad.
Las actividades concluyen con la Sequía Tusuy, que es la congregación de los pobladores en las tres plazuelas del lugar para pasar la noche zapateando al ritmo de las arpas y los violines.

A más de 3200 metros de altura entre las imponentes montañas de los Andes, la población de Puquio, capital de Lucanas, región Ayacucho, realizó la Fiesta del Agua, una de las celebraciones más importantes del interior del Perú. Entre el 8 y el 13 de agosto, alrededor de 18 mil habitantes de esta localidad festejaron la limpieza de los canales ancestrales que almacenan, filtran y distribuyen el agua que baja por las montañas para el consumo humano y del ganado. Además, en agradecimiento a la llegada del año agrícola, la población organizó competencias de danzantes de tijeras, bailes grupales y encomendó a los sabios de sus comunidades entregar sus ofrendas a la madre tierra.

Por Sebastián Blanco
Fotografías: Sebastián Blanco