A tan solo horas del esperado debut de la selección peruana ante Dinamarca, la emoción se siente en los hogares, en las calles, en la prensa y en las redes sociales. Son altas las expectativas en torno a la participación del equipo peruano en este Mundial. Pero, ¿cómo se vivió la antesala de los otros tres mundiales a los que clasificamos mediante eliminatorias?
Por: Rodrigo Cáceres y Jaime Valderrama
Portada: Getty Images/Diez.bo/Trome/AP
15/06/2018
La locura de los hinchas se hace sentir en cada lugar donde llega la selección y Rusia no ha sido la excepción. Lo que ahora se espera del equipo nacional es de difícil comparación con los deseos y anhelos de los peruanos en las décadas de los 70 y 80. Pueden existir algunas situaciones similares, pero tanto el juego como las características del equipo han cambiado sustancialmente en estos casi 36 años de ausencia peruana en la máxima cita del deporte rey. Veamos.
México 70
Eran los primeros años del gobierno militar de Juan Velasco Alvarado (1968-1975), y si bien hubo un cambio de autoridades políticas luego del golpe de Estado, quienes estaban a cargo del fútbol peruano no fueron removidos de sus puestos, según precisa el historiador Ernesto Moreno Ampuero.
“Velasco creía que debían seguir con la misma línea de trabajo para poder alcanzar el objetivo de llegar al Mundial”, menciona el periodista Carlos Castro, quien trabajó en las emisoras deportivas de Ovación y Callao y fue un estudioso del tema de Perú en los mundiales.
Velasco tuvo significativos actos de apoyo a la selección. Previo a uno de los partidos clasificatorios ante Bolivia en el Estadio Nacional, bajó al campo de juego para dar su respaldo a los jugadores. El hincha recibía estas iniciativas de manera positiva.
Según Castro, existía mucho apoyo de la prensa deportiva peruana a la selección. El entrenador Waldir Pereyra, más conocido como “Didí”, tenía un contacto permanente con los medios y siempre trataba de imponer la idea de que se podía llegar al Mundial.
El 31 de agosto de 1969, los asistentes a La Bombonera de Argentina presenciaron el regreso de la selección peruana a los mundiales luego de casi 40 años. La gran actuación de Oswaldo ‘Cachito’ Ramírez, convirtiendo los dos goles de Perú en el 2-2 ante el equipo albiceleste, hizo que la blanquirroja llegue a México 70. Esta fue la primera vez en que un seleccionado peruano de fútbol clasificó mediante un proceso de eliminatorias.
«Este equipo peruano es muy parecido al actual conjunto de Ricardo Gareca, ya que es un grupo nuevo que no tenía logros importantes a nivel selección y que obtuvieron una clasificación histórica y épica”, mencionó el periodista Alberto Beingolea. Jugadores como Teófilo Cubillas, Pedro “Perico León” y el “Cholo” Hugo Sotil brillaron en ese plantel.
El primer partido contra Bulgaria quedó en la memoria colectiva no solo por el resultado, sino por la coyuntura que vivía el país. Dos días antes del juego, el 31 de mayo, un fuerte terremoto sacudió Yungay, en Áncash, y provocó la muerte de alrededor de 50 mil personas. Los jugadores salieron al campo con una cinta negra en su camiseta, como muestra de solidaridad. Perú arrancó mal, corrían los cincuenta primeros minutos del partido y el marcador estaba 0-2 para los europeos. Pero la bicolor reaccionó. Con un gol de Gallardo comenzó su remonte y lo concretó a los 73 minutos con el gol de la ‘estrella’ Teófilo Cubillas.
La fase de grupos finalizó con una contundente victoria frente a Marruecos por 3 a 0, y una dura derrota frente a Alemania Federal por 3 a 1. A pesar del buen inicio de campeonato, el equipo peruano quedó eliminado en cuartos de final contra el que sería campeón de ese Mundial, Brasil.
Argentina 78
Luego de la participación del equipo peruano en México 70, se esperaba que la selección continúe con esa racha ganadora. Sin embargo, la hinchada tuvo una gran decepción al quedar eliminado del Mundial de Alemania 1974.
A pesar de ello, la blanquirroja, comandada por Teófilo Cubillas, Héctor Chumpitaz, Ramón Quiroga y el ‘Patrón’ Velásquez, se proponía un nuevo reto: llegar al mundial de 1978. La esperanza en el equipo era muy grande, pues la base del plantel se había coronado campeón en la Copa América de 1975.
En las clasificatorias para este Mundial, Perú logró eliminar en la primera fase a Chile y Ecuador y clasificó a la liguilla final junto a Bolivia y Brasil. Posteriormente, el equipo conducido por Marcos Calderón venció por 5 a 0 al conjunto boliviano el 17 de julio de 1977. Con este resultado, Perú clasificaba a su segundo mundial solo por debajo de “La Canarinha”.
Terminado el encuentro con Bolivia, el presidente Francisco Morales Bermúdez bajó al campo de juego y le pidió la camiseta al capitán Julio Meléndez para entonar el Himno Nacional de Perú con la camiseta puesta.
Morales Bermúdez decidió, entonces, dejar sin efecto el toque de queda para que la hinchada celebre por todo lo alto la clasificación a Argentina 78. Como siempre, los peruanos confiaban mucho en la selección y soñaban con una participación a lo grande. Fue un mundial muy esperado.
Ya en el torneo, la selección peruana volvió a tener un inicio de campeonato casi perfecto, obtuvo cinco puntos de seis posibles. Por unos momentos, la gente abandonó las calles de las ciudades y olvidaron que mientras celebraban el maravilloso gol de Cubillas en arco escocés, la política tomaba nuevos aires pues días después se elegiría a la Asamblea Constituyente, en los primeros intentos de regresar a la democracia, como narra Miguel García Medina en su crónica “Perú en Argentina ´78: Del júbilo a la debacle”, publicada por El Comercio en 2010
La sorpresa estuvo en la siguiente fase, donde a Perú le tocó enfrentar a Brasil, Polonia, y la local Argentina, para definir a los finalistas. La selección perdió sus dos primeros partidos frente al conjunto “verdeamarello” y frente a los europeos, y para cerrar su participación, se enfrentó en Rosario al equipo anfitrión en un partido lleno de polémicas, y de abultado resultado, 6 a 0.
Se habló, entonces, de un trato entre presidentes, de pagos a jugadores, alicientes luego del Mundial del gobierno argentino al peruano, entre otros supuestos tratos recibidos por “agachar la cabeza” para que la albiceleste llegue a la final de su Copa del Mundo. Las críticas apuntaban principalmente a Ramón Quiroga, arquero de la selección peruana, pero argentino de nacimiento. Pero no hubo nunca pruebas concretas de ello.
España 82
Poco tiempo después el equipo peruano volvía a sorprender en las eliminatorias. Sacó del torneo a la selección uruguaya, favorita tras haber ganado el “Mundialito” (1980), un campeonato que celebraba los 50 años de los mundiales y donde participaron todas las selecciones campeonas del mundo.
“En Montevideo Perú ‘le pegó un baile’ a Uruguay y es por ello que el mundo entero miró a la selección”, recuerda Alberto Beingolea. Después de la clasificación, la blanquirroja empezó la famosa ‘gran gira’ en Europa, donde enfrentaron a diferentes conjuntos de alto nivel internacional. Entre ellos estaba Francia, seria candidata a ganar la Copa Mundial y a la que el conjunto peruano venció por 1-0 en el Parque de los Príncipes.
Beingolea añade que estos resultados hicieron soñar a la afición. Tanto la prensa nacional como internacional esperaban que la selección superara lo hecho en mundiales pasados, y que podría llegar a la etapa de semifinales. Hinchas y periodistas más arriesgados daban a Perú como candidato para llevarse el primer lugar de la Copa del Mundo.
La discusión en las calles y en la prensa se centraba en la conformación del plantel que viajaría al mundial. La nueva figura de la selección se llamaba Julio César Uribe, volante de gran calidad que era el encargado de generar el juego. Por otro lado, ya en el ocaso de su carrera, pero aún considerado por el entonces técnico brasileño Tim, se encontraba Teófilo Cubillas.
Cubillas, quien rondaba los 34 años de edad, no tenía ya la capacidad goleadora y la velocidad que lo hicieron destacar en México y Argentina . Pero los fanáticos soñaban con que la sociedad Uribe-Cubillas funcione.
Luego de un par de partidos con esta dupla… algo no funcionaba. Y la prensa tenía conocimiento de este problema. “Parece que no hablan el mismo idioma. Hacen el fútbol complicado. Cada uno necesita un compañero rompedor. Hasta ahora no convencen juntos”, escribió por entonces Walter Perales, periodista deportivo de La República.
La hinchada hizo sentir su voz de protesta. Tenían la convicción de que había llegado la hora de un cambio: Cubillas debía ceder el rol de jugador estrella. Luego del partido amistoso contra Rumania, el “Nene” se quebró tras haber sido pifiado por gran parte del Estadio Nacional en Lima.
“Perdóname hermano, me siento muy mal. Nunca me habían tratado así. Menos mal el Mundial se juega en España y no en Lima”, declaró Teófilo Cubillas a la prensa luego del Perú – Rumania, el 16 de mayo de 1982.
El tema tomó tal relevancia que hasta políticos comentaban sobre quiénes debían jugar en España: “Teófilo cubillas y Julio César Uribe no caben en el mismo equipo”, manifestó, por ejemplo, el ex senador Orlando Balarezo.
Según el exseleccionado Germán Leguía, la convocatoria de Cubillas rompió el grupo en España 82. «Los dirigentes de la FPF, que en su mayoría eran de Alianza, convencieron a Tim para que convoque a Cubillas porque pensaron que iba ser goleador y que con su presencia los rivales iban tener cierto temor. Se le convocó y dijeron que iba ser suplente, pero al final fue titular. Uribe fue el gran perjudicado. Yo me opuse a eso», sostuvo Leguía a un medio local años después.
La selección llegó dividida al Mundial de España 82. Los problemas entre los jugadores, el técnico y la federación mermaron el rendimiento del equipo y fueron eliminados en primera ronda. Fue en el tercer partido donde se notó la crisis del grupo, generando una gran decepción tanto en la prensa como en la hinchada peruana.
Rusia 2018
Luego de un proceso eliminatorio muy largo y complicado (para muchos, el más difícil en comparación a las otras confederaciones a nivel mundial), Perú regresa a la máxima competencia futbolística con experiencia y expectativa. Incluso especialistas como ‘MisterChip’ se inclinan a catalogar a Perú como una posible sorpresa del torneo.
Sin duda, la habilitación del capitán Paolo Guerrero aumenta las posibilidades de la selección de llegar más lejos en esta Copa del Mundo. Y a pesar del cansancio anímico que pudo dejar la incertidumbre sobre su participación, la selección peruana llega en un muy alto nivel futbolístico. No pierde desde marzo del 2017. Sus últimas victorias ante Escocia y Arabia Saudita, y el empate ante la selección de Suecia han alargado la racha de partidos invictos a 15. El equipo está muy unido, y en su mochila parece tener menos problemas que las otras selecciones peruanas que también llegaron a una copa del mundo. Una ventaja cuyo artífice es el argentino Ricardo Gareca, director técnico del equipo desde 2015.
Si bien hay diferencias en la previa de cada participación que ha tenido la selección nacional en los mundiales, la ansiedad por ver la camiseta blanquirroja nuevamente en un partido mundialista es cada vez más grande. Queda solo esperar unas horas más.