En el Perú, enfermedades como la tuberculosis ya presentan las consecuencias de una de las principales amenazas a la salud pública: la resistencia a los antimicrobianos. La pandemia y el frágil sistema de salud peruano son factores que incrementan su gravedad en el país.
*Este trabajo fue elaborado en el curso Periodismo Científico, dictado por la profesora Sofía Pichihua, y ha sido declarado ganador de la tercera edición del Premio Pfizer Clúster Andino.
Por Karín Miranda, Carlos Espinoza, Hillary Amaro y Mayra Cárdenas
Según el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, más de 9 millones de personas fallecieron de cáncer en el 2022. Hace décadas, este y otros padecimientos como los accidentes cardiovasculares, la diabetes o hechos imprevistos como accidentes de tránsito son parte del ranking de principales causas de muerte a nivel mundial. En menos de 30 años esta realidad podría cambiar. Investigadores de la revista británica de medicina The Lancet estiman que, para el 2050, la Resistencia a los Antimicrobianos (RAM) sería responsable de más de 10 millones de muertes, con lo que podría convertirse en la primera causa de muerte en el mundo.
Martín Yagui, médico epidemiólogo del Instituto Nacional de Salud y especialista en salud pública, señala que la RAM afecta a diferentes tipos de microorganismos o agentes infecciosos como los virus, los hongos, las bacterias y los parásitos. La resistencia se produce cuando estos microorganismos dejan de responder al tratamiento con medicamentos. El doctor Yagui Moscoso aclara que existen dos tipos. La resistencia primaria es causada de forma natural por la evolución progresiva de las bacterias ante los antibióticos. La resistencia secundaria, que provoca la RAM, ocurre cuando ingresan innecesariamente al cuerpo antibióticos o medicinas similares que matan a las bacterias sensibles, mientras que las más fuertes se hacen resistentes y se multiplican.
La pandemia del Covid-19 ha sido un factor clave en el crecimiento del problema de la RAM. De acuerdo con el artículo “El enfoque Una Salud y la resistencia a los antimicrobianos: implementación en el Perú”, publicado en la revista Anales de la Facultad de Medicina de la UNMSM por el doctor Yagui, la pandemia evidenció la falta de entrenamiento del personal médico para el control de infecciones. ¿El resultado? “Tuvimos una alta mortalidad por Covid en pacientes hospitalizados en UCI con ventilador mecánico que, producto de las largas estancias hospitalarias, hacían infecciones bacterianas por gérmenes resistentes”, explica. Con los efectos de la emergencia sanitaria, la proyección de The Lancet sobre la mortalidad de la RAM, hecha en 2014, podría agravarse.
El doctor Yagui Moscoso también reveló que, aunque a raíz de la pandemia han aparecido nuevos organismos resistentes en el Perú y en Latinoamérica, este no es un problema nuevo en el país. “Ha ingresado un hongo llamado Candida Auris que es resistente a los antifúngicos habituales. También tenemos problemas comunitarios de infecciones como la tuberculosis. Perú también es uno de los países con mayor tasa de morbilidad por tuberculosis y con mayor presencia de casos de tuberculosis multidrogo resistente o extensamente resistente”, declara. La resistencia a los medicamentos antituberculosos es un fenómeno que viene siendo estudiado en el Perú por lo menos desde el 2013 y que ya impacta negativamente tanto en la salud de los ciudadanos como en los costos hospitalarios.
Automedicación y tratamiento inadecuado: dos caras de una misma moneda
“Hasta el 50% de todos los antimicrobianos recetados a las personas se consideran innecesarios», señala Yagui en su artículo. El excesivo uso de este tipo de medicamento es el responsable de acelerar la propagación de la resistencia antimicrobiana. La responsabilidad está dividida entre quienes se automedican y quienes prescriben medicación. En 2021, Essalud advirtió que la automedicación había aumentado hasta en un 70%. “La automedicación se ha exacerbado con la pandemia por la falta de acceso a servicios de salud, por rapidez, porque las familias tenían guardados ese tipo de medicamentos que en realidad no tenían ningún efecto sobre el SARS-CoV-2”, detalla el especialista.
A esto se le suma la desmedida prescripción de antibióticos para el tratamiento del Covid-19 por parte de los doctores. “Se administró mucho antibiótico para un problema viral”, sentencia Yagui Moscoso. Pero no es raro que ante una pandemia los médicos optaran por recetar antibióticos. Los antimicrobianos, que incluyen antifúngicos, antibióticos, antiparasitarios y antivirales, son parte de los medicamentos más recetados en la medicina humana. Para Yagui este uso indiscriminado de este grupo de medicamentos en los centros de atención responde a la escasez de recursos del sistema de salud pública para realizar un diagnóstico adecuado. “Si no hay un laboratorio, o si solo se pueden hacer exámenes básicos y no de microbiología, los médicos optan por ser un poco más agresivos con el tratamiento y recetar en primera instancia antimicrobianos”, desarrolla.
A pesar del impacto de la medicación innecesaria con antimicrobianos, los humanos no son los principales usuarios de los antibióticos a nivel mundial, sino los animales. Yagui Moscoso define a la RAM como un problema multifactorial en el que la salud animal es uno de los principales causantes de esta crisis. El artículo del doctor indica que cerca del 70% de antibióticos son usados en animales principalmente para promover su crecimiento y no para tratar infecciones. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los organismos resistentes pueden pasar a las personas a partir del consumo de alimentos de origen animal. Pero esta no es la única forma en la que los microorganismos resistentes llegan a los humanos.
“Los antibióticos llegan hasta el medio ambiente por medio de la orina y el excremento de los animales sometidos a largos periodos de medicación en su crianza”, dice Yagui. El artículo de la Facultad de Medicina San Fernando enfatiza en que los animales tienen una capacidad limitada para absorber los antibióticos, por lo que el 75% del medicamento se elimina a través de la orina o las heces. Con el riego de aguas residuales agrícolas y la suplementación del suelo con estiércol animal, los microorganismos resistentes acaban por llegar a los suelos y al agua.
Aunque cifras más recientes aportadas por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) indican que hay una disminución del 13% en el uso de antimicrobianos en animales, esta no es la única forma de propagación de RAM en el medio ambiente. La contaminación con residuos de antimicrobianos también es causada por desechos humanos y de mascotas. Incluso los antibióticos usados para tratar infecciones bacterianas en frutas y en la agricultura en general tienen un impacto en la presencia de gérmenes resistentes.
¿Plan?: Enfoque “Una Salud” y los avances en el Estado Peruano
En el 2015, la OMS aprobó el Plan Mundial de Acción para enfrentar la Resistencia a Antimicrobianos y, con el apoyo de la OMSA y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se incorporó el enfoque “Una Salud” como alternativa para contener el problema de la RAM. “Una Salud” reconoce la interdependencia entre la salud humana, la salud animal y los ecosistemas. En mayo de 2019 se aprobó en el Perú el “Plan Multisectorial para enfrentar la Resistencia a los Antimicrobianos 2019-2021”. Este plan es producto de la unión de diversas instituciones y sectores como el Minsa, EsSalud, Mindef, Minam, Minagri, Colegio Médico del Perú, entre otros.
Como producto de este plan, a finales de 2019 el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) aprobó una resolución que prohíbe la importación, fabricación y comercialización de Colistina en el país para combatir la RAM. Según la OMS, este principio activo solo debe ser administrado en caso de infecciones potencialmente mortales. Como complemento a esta medida, en 2021 se aprueba la Ley de Trabajo del Profesional de la Salud Médico Veterinario. Esta le da potestad al veterinario de ser el único profesional responsable de prescribir medicamentos a los animales para el control y prevención de enfermedades que afecten tanto a los humanos como al ambiente.
El doctor Martín Yagui, quien es un impulsor del enfoque “Su Salud” e investigador de la RAM desde hace más de 24 años, comenta otros avances en el país como la creación de programas de optimización de uso de antimicrobianos y hasta un proyecto de ley del Congreso. El proyecto de Ley para la contención de la Resistencia a los Antimicrobianos bajo el enfoque “Una Salud” fue presentado en febrero y se encuentra en la Comisión de Salud y Población. Para Yagui, la aprobación de este proyecto sería un paso importante ante la falta de presupuesto para mejorar las condiciones del sector salud y de la lucha contra la RAM. “Creo que la ley va a ayudar mucho en visibilizar el tema y asegurar presupuesto, a no mendigar por presupuesto para un tema importante, sino que esté programado formalmente”, expresa.