La mujer que dirige las comunicaciones de la Selección Peruana de Fútbol vuelve sobre sus pasos por la universidad, la televisión y los estadios. También aboga por una cobertura de los deportes enfocada en el rendimiento y no basada en el escándalo mediático.
Por: César Cavero y Rubi Andrade
Portada: César Cavero
Estudió periodismo en la Pontificia Universidad Católica del Perú y ahora es la jefe de prensa de la Federación Peruana de Fútbol (FPF). Llegó a este cargo en 2016, luego de trabajar once años como reportera, conductora y productora en cuatro canales de televisión. En ese lapso también enriqueció su formación profesional con un máster en gestión deportiva y otro en administración de fútbol en el Johan Cruyff Institute. Romina Antoniazzi ha logrado abrirse un camino propio en el periodismo deportivo, un campo laboral dominado por hombres y también por ciertos prejuicios machistas. En su caso, la virtud personal se ha juntado con la fortuna de ser la vocera del seleccionado de fútbol más exitoso de los últimos 36 años. Aquí ella recuerda su paso por la Especialidad de Periodismo de la PUCP, sus pinitos como reportera y algunos de los momentos álgidos que le ha tocado vivir como portavoz de la FPF.
– ¿Cuándo surgió tu interés por el periodismo?
– Yo ingresé a la Especialidad de Artes Escénicas porque quería ser actriz. Esperé un tiempo buscando que mi madre lo entendiera, de hecho había una postura negativa en mi casa. Al final, pasaron los dos años de Estudios Generales Letras, me fui redescubriendo y evalué que el camino me señalaba la
carrera de periodismo.
– Estudiaste en la PUCP entre 1999 y 2005 ¿Qué recuerdas de tu formación académica?
-La Católica es mi alma máter, le tengo un respeto inmenso. Tuve la suerte de estudiar en el lugar que siempre quise. Me matriculé un año en publicidad en el IPP, pero no me enganché. Y cuando llegué a la Católica me sentí como pez en el agua. Me encantaba. Mi experiencia en la universidad fue fantástica. No solo por los amigos y la parte social, sino también por la enseñanza. Yo era feliz estudiando. No era tan chancona, pero me encantaba estudiar. Tengo un recuerdo maravilloso de esa etapa.
-¿Algún curso que te haya marcado?
– En Letras me fascinaba Realidad Social Peruana. Comunicación Social también me encantó. Además llevé electivos que me gustaron mucho como expresión corporal y otro electivo de teatro. Se notaba que mi vocación venía por las letras. Yo era un desastre en lógica y matemática.
– ¿Qué profesores recuerdas de esos años?
– En Estudios Generales Letras me marcó Nelson Manrique. Y en la Facultad de Comunicaciones tuve grandes profesores, recuerdo a Juan Gargurevich y a Jorge Acevedo.
– ¿Qué área temática del periodismo te interesaba más cuando empezaste a estudiar?
– Yo quería hacer periodismo de investigación, pero luego, con el transcurrir los años, no sabía a qué me iba a dedicar. Tenía un muy buen amigo, Jack Lo Lau, con quien estudiaba, él quería ser periodista deportivo desde que estábamos en los estudios generales. Y yo era la única que lo escuchaba. Nos pasamos todos los semestres en facultad haciendo mil trabajos de periodismo
deportivo. Se podría decir que él empezó a marcar mi línea sin que yo me diera cuenta. Yo no pensaba: voy a ser periodista deportiva. Ni se me ocurría.
«Y cuando llegué a la Católica me sentí como pez en el agua. Me encantaba. Mi experiencia en la universidad fue fantástica»
– ¿Cuándo te diste cuenta que lo tuyo era el periodismo deportivo?
– Es que nunca me di cuenta. Cuando egresé, estuve en programas de investigación, en noticieros y después me dijeron para trabajar en CMD. Entonces recién me entró la curiosidad y dije: “a ver”. Y ahí me quedé. Pero nunca fue nada planificado ni mucho menos que yo lo haya buscado, fue producto del azar.
– Pero a ti siempre te gustó el fútbol.
– Sí, siempre. En la Católica jugaba fulbito. Nunca estuve en la selección, pero participaba en los campeonatos.
– ¿De qué posición jugabas?
– Empecé como delantera, pero como todo el mundo quería serlo y a nadie le gustaba defender, entonces yo me volví defensa.
– ¿Qué tan difícil es para una mujer abrirse un camino en el periodismo deportivo? ¿Ser mujer en una ámbito dominado por los hombres te puso en desventaja?
– Sí, fue difícil, pero nada que con esfuerzo y disciplina no se haya podido hacer. Sobre la desventaja por ser mujer, quizá sí, probablemente sí había diferencias. Pero yo sabía que no me podía quedar atrapada en esas preocupaciones. Si quería seguir adelante y alcanzar mis metas, tenía que fluir.
– Hace quince años las coberturas en los estadios eran más peligrosas que ahora.
– Lo eran, pero a mí me emocionaba porque era algo nuevo, era una aventura. De hecho sí, hay mucho peligro todavía, se está tratando de erradicar la violencia de los estadios, pero cuando tienes una función tú vas y la cumples. Por lo menos yo era muy disciplinada. A mí me decían: tienes que cubrir tal partido. Y yo no me ponía a pensar: pucha, qué miedo, me van a decir algo, me van a robar. Simplemente iba y lo hacía. No me detenían esas cosas, yo iba a buscar lo que necesitaba: la noticia, la declaración, reporteaba un partido. Me concentraba en lo que tenía que hacer. Obviamente, había cosas molestas como la falta de respeto que a veces encuentras en los estadios.
– Debes tener anécdotas desagradables…
– Sí, pero las he olvidado, ah. Yo aprendí muy rápido a no escuchar esas cosas, o a que no me afecten. Me refiero a que te digan una grosería en un estadio, que te falten el respeto o que te insulten porque simplemente eres periodista. Yo me quedo con lo bueno; lo malo, lo desecho. Esas cosas destruyen.
– ¿Qué le dirías a una estudiante que quiere dedicarse al periodismo deportivo?
– Si quieres ser periodista deportiva debes saber que vas a tener que derretirte bajo el sol esperando una bendita entrevista. Son largas horas de espera y de muchos sacrificios. Vas a dejar de usar tacos y maquillaje porque para correr es mejor usar zapatillas. Además, debes trabajar los fines de semana, que son los días en los que se juegan los partidos. Tienes que hacer muchos sacrificios. Si tienes una transmisión un domingo a las 11 de la mañana, no te puedes ir de juerga la noche anterior. Tienes que ser responsable, pero después de eso, si eres fiel a tus propias motivaciones, yo creo que no hay problema. Por eso es que ahora hay tantas chicas. Si te gusta no es difícil.
– Pero las mujeres todavía son minoría en el periodismo deportivo.
– Como en otros campos laborales, ha sido un círculo de hombres. Eso recién está cambiando, no pretendamos que de la noche a la mañana haya mil mujeres en este campo. Estamos camino a eso, eso es lo importante.
– ¿Crees que para eso es necesario romper algunas argollas?
– Yo no creo en eso de las argollas, yo creo mucho en el potencial de cada uno. Lo que pasa es que quizá antes no se animaban, no les gustaba o veían mucha discriminación, pero los prejuicios y las etiquetas están para romperse. Ahora veo a muchas chicas que les gusta el periodismo deportivo, lo ven como una opción y se lanzan a la piscina.
– Desde tu puesto, ahora das indicaciones a quienes antes eran tus compañeros de trabajo.
– Hay un orden que se tiene que respetar, protocolos y procesos que se han implementado en la Federación y yo soy la responsable de ejecutarlos y cumplirlos. Es una disciplina que tenemos que evidenciar en todo lo que hacemos con una organización, una estructura que cumple normas. Cuando tú vas a cubrir, por ejemplo, al Congreso o alguna actividad de Palacio los periodistas saben en qué zonas pueden entrar, en qué zonas hacen entrevistas. En el periodismo deportivo, también. Tienes que cumplir ciertos protocolos y ciertos procedimientos. La diferencia es que antes no existían.
– Eso ha generado que algunos hinchas te tengan cierta ojeriza. ¿Cómo lo tomas?
– Yo estoy tranquila con el trabajo que hago. A mí lo que me importa es que la Federación esté a la altura de una selección que ha clasificado a un mundial y que yo esté siempre a la expectativa de una institución que está en franco crecimiento y que eso no se rompa porque algunos no están de acuerdo con los procedimientos. Estos se pueden mejorar, pero siempre tienen que respetarse. De lo contrario, no hay brújula y vivimos en desorden. Uno de los principales objetivos de esta federación es justamente cambiar esa reputación. Si hay gente que todavía se resiste y que se molesta, lo comprendemos. Los cambios son a veces duros. Yo soy la responsable de decir “no” a muchas cosas y a nadie le gusta que le digan “no”, pero eso no va a impedir que nosotros sigamos firmes hacia donde queremos, que es el orden y la estabilidad institucional. Hay un norte clarísimo en la Federación.
– Ha sido un cambio radical con la anterior administración.
– La idea es que mejoremos y que sea por el bien del fútbol. Hay muchas cosas por hacer y desarrollar, hay mucho techo todavía.
– Hace poco, en una entrevista en Canal N, Juan Carlos Oblitas dijo que una de las primeras cosas que quiso cambiar cuando llegó la FPF es que la agenda del periodismo deportivo la deje de marcar la prensa de espectáculos. ¿Cómo es tu trato con los periodistas de espectáculos?
– Muchos creen que es una decisión de la jefatura de prensa, pero esa es una política de la Federación, y simplemente soy la responsable de ejecutarla y de mantener lejos a la prensa de espectáculos o a la prensa que no es deportiva. Más que nada, es otorgarle a la prensa deportiva el lugar que les corresponde porque acá hablamos de fútbol. Acá hablamos de deporte. Es darle la valía que tiene el periodismo deportivo en nuestro país. Ellos son los responsables, no la prensa de espectáculos.
– ¿Tuviste que entrenar a los jugadores sobre cómo deben manejarse con la prensa?
– Muchas veces ellos preguntan y nosotros respondemos cuáles son los mejores caminos o las mejores salidas, pero básicamente yo creo que ellos están en una edad en la que saben bien cómo manejar la relación con los medios. Nosotros estamos siempre a disposición de ellos. Nos preocupamos por ellos y por su imagen. No somos sus representantes ni les damos clases de media training, pero sí estamos dispuestos a atenderlos ante cualquier necesidad, tenemos muy buena comunicación.
– ¿Cómo fue el manejo del caso de Paolo Guerrero?
– Básicamente fue el manejo del comando técnico. El tema de Paolo Guerrero fue una noticia que golpeó a todo el mundo. El comando técnico decidió que teníamos que mantener el control y no desenfocarnos de los partidos con Nueva Zelanda. Hubo una especie de burbuja de concentración que ayudó a que afrontemos de la mejor manera la sanción de Paolo, pero siempre atentos y preocupados por su situación. No nos desinflamos por una noticia tan mala.
– ¿Alguna crítica a la cobertura que los medios le dieron a este caso?
– Los medios tienen total independencia, yo francamente siento que no soy quién para hablar de cómo trató la prensa el caso de Paolo. Simplemente, creo que todo salió bien.
– Algunos hinchas culparon a Pierre Manrique, el periodista de RPP Noticias, de haber filtrado información que perjudicó a Guerrero.
– Eso fue un desborde, la gente estaba indignada, dolida. Y en medio del dolor a veces cometemos excesos. Fue Pierre Manrique, pero mañana puede ser cualquier otra persona porque había una necesidad de buscar un culpable. Así son las redes sociales, no hay una autorregulación ni autocontrol.
– ¿Qué retos te esperan ahora como jefa de prensa de la selección en esta coyuntura mundialista?
– El retorno del Perú a un mundial es una oportunidad única para dar una excelente imagen y demostrar que si somos mundialistas en la cancha también lo debemos ser en organización, prensa, seguridad, marketing y en todas las aristas que pueda tener una federación que participa en un torneo de esta envergadura.
– La pasión (y la frustración) de la hinchada puede ser inmanejable. ¿Cómo van a controlarla si nos eliminan en la primera fase o si tenemos un resultado catastrófico, como en Argentina 78 o España 82? ¿Cómo manejarán esa indignación?
– Estamos preparados para todo. Esperemos que eso no suceda, pero no tenemos miedo de enfrentar lo que venga. La sabremos manejar y comprender sea un escenario negativo o uno positivo. Ya tenemos experiencia. Tanto en los mejores momentos como en los malos se ha actuado con cautela. Hay que mantener esta cordura.
– Finalmente, ¿quién dirías que es tu referente en el periodismo deportivo?
– A mí siempre me gustó mucho Quique Wolff (periodista argentino de la cadena ESPN). Sus entrevistas me encantan y me parece un tipo muy sensitivo. Lo puedo considerar un referente. Cuando murió Daniel Peredo, me di cuenta de que él siempre fue un referente en mi vida profesional. Además, era mi amigo, lo tenía al lado. Siento que muchas de las cosas que hacíamos, quienes estuvimos a su lado, se inspiraban en sus enseñanzas. Pero bueno, Daniel ya está arriba y nos va a ver en el mundial.}