La joven promesa del surf y tricampeona mundial con el equipo nacional nos comenta acerca de su pasión por las olas.
Por: Delsy Loyola
Portada: La República
-¿Cómo te inicias en este deporte?
Me acuerdo poco, pero mi mamá me cuenta que tenía 6 años y quería copiarle todo a mi hermano mayor que surfeaba.
-¿Cuál fue tu primera competencia?
A los 9, en un evento organizado por Billabong y Kotex. Recuerdo que me regalaron mi canasta de Kotex y yo no tenía ni idea para qué servía. No gané, pero competí contra las grandes.
-¿Y tu primera tabla?
Fue a los 8 años más o menos. Me la regaló Sofía (Mulanovich).
-¿Cómo hace el equipo nacional de surf para mantener la buena relación luego de conocerse tanto tiempo?
Todos hemos crecido juntos por los campeonatos nacionales. Gabriel Aramburú, nuestro coach, siempre nos dice que si ganamos, pero no tenemos el respeto entre compañeros, no va a funcionar.
-¿Qué te transmite el mar?
Paz, el escuchar las olas me llena de paz. Me da demasiada felicidad. A veces cuando voy a Lima, el sonido de los cláxones empieza a parecerme insoportable.
-¿Alguna vez has tenido una mala experiencia ahí dentro?
Una vez estaba practicando y se me amarró la pita de la tabla a una piedra. Me jalaba hacia abajo y pensé que me iba a ahogar. Uno de mis amigos me vio, buceó, arrancó la pita y me salvó. Tuve miedo, pero dentro de mí sabía que no me iba a pasar nada.
-¿No te dio miedo regresar?
No, para mí fue solo un accidente. Pase lo que pase, siempre seguiré en el mar.
-¿Admiras a algún surfista?
Sofía Mulanovich ha sido el gran ejemplo para todos los surfistas peruanos. Más allá de que haya sido campeona mundial, fue la primera latina en esos torneos.
-¿Qué le falta al surf nacional?
Apoyo. Hemos sido campeones mundiales tres veces y no nos apoyan. Si comparas los auspicios en Estados Unidos o Australia, les dan diez veces más de lo que consigues acá.
-¿Alguna vez has querido dejar el surf?
Cuando estaba en el colegio hubo un año en el que no dejaba de salir tercera en todos los campeonatos. Mi papá me dijo que me olvide de competir, que lo disfrute. Lo dejé por un año, pero fue lo mejor. Al año siguiente, volví a competir, y me fue muy bien.
-¿Cuáles son tus metas?
Ser campeona del World Championship Tour (WCT), la competición mundial más importante. Estoy en el circuito de clasificación: las que queden en el top 6 irán al mundial. Ahora estoy en el puesto 50.