Reconocidos exalumnos responde a nuestro cuestionario sobre doce cosas lindas (y no tan lindas de su paso) por la PUCP. Esta vez le toca el turno a Marco Sifuentes, el fundador del Útero.pe.
Por: Anapaula Michilot
Portada: Mario Lack
- El Tontódromo era… Nuestro timeline de Facebook. Tenía exactamente la misma función.
- Los sheriffs son… Probablemente culpa de los desmanes de mi generación, los implementaron justo cuando mi promoción pasó a facultad.
- Estudios Generales es… Lo mejor que le puede pasar a un chico de 18 años.
- Mi mayor roche en la PUCP fue… Una sesión fotográfica en la que interpretaba un angelito. Los negativos ya fueron quemados, sorry.
- Me quedé dormido en la clase de… Si me acordase su nombre no me habría jateado, ¿no?
- El curso que más me aburrió… Debe haber sido el tercero o cuarto de la Especialidad de Periodismo en el que te enseñan exactamente lo mismo, y en bucle, que todos los anteriores y todos los que vendrán.
- Mi profesor favorito fue… Gibaja, me puso veinte en un examen para el que no había leído a Cotler pero creyó que todo lo que yo me había inventado eran ideas de Clase, Estado y Nación.
- Mi point favorito fue… El ‘Freezer’, un pequeño recoveco de Letras en el que confluían todos los torrentes de aire, lo que garantizaba que nadie jodiera a los vagos que casi pernoctábamos allí.
- ¿Qué es lo que más extrañas de tu vida universitaria? La burbuja que es la PUCP.
- La comida de la PUCP era… Gratis. Es que yo vivía muy cerca, me iba a mi casa a almorzar. Pero en los Jueves Culturales, junto a mis también misios amigos, íbamos a saquear los bocaditos de todos los eventos. Los mozos ya hasta nos saludaban.
- La PUCP para mí fue… Pura felicidad e ilusión.
- Una anécdota que nunca olvidaré… Cuando fui uno de los editores de la primera edición de Impresión y nos censuraban los temas.