La historia detrás de los pintores del parque Kennedy

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Más de 150 pintores de la Asociación de Artistas Plásticos Vinatea Reinoso exhiben cuadros que oscilan entre el costumbrismo indigenista y la más libre abstracción. Sus obras, entre las que destacan paisajes andinos, amazónicos, y escenas urbanas o retratos anónimos, terminan iluminando las paredes de viviendas de peruanos o de extranjeros que llegan aquí para empezar a conocer nuestro país. Descubramos la trayectoria de algunos de estos creadores: los primeros llegaron aquí hace 53 años.

Por Sara Calle



La agrupación surgió luego del terremoto que asoló Huaraz y el Callejón de Huaylas el 31 de mayo de 1970. Poco después, aproximadamente 15 pintores se reunieron en el parque Kennedy a exponer y vender sus cuadros para recaudar fondos que fueron donados a los sobrevivientes de la zona afectada por la catástrofe. Desde ese momento, con autorización de Ernesto Aramburú Menchaca, entonces alcalde de Miraflores, los artistas se establecieron en el parque Kennedy, donde continúan hasta el día de hoy.

Cuando el reloj marca las 10 de la mañana, los integrantes de la Asociación de Artistas Plásticos Vinatea Reinoso preparan sus caballetes para colocar sus pinturas que serán exhibidas hasta las 10 de la noche. Juan (62), Lorena (33) y Willie (65), pintores destacados en esta asociación, cuentan aquí sus historias y lo que el arte significa para ellos.

Juan Ampuero Gonzales pinta desde los 15 años. Su interés por el arte despertó tras ver a su madre hacer tapices. Con el tiempo desarrolló su técnica de manera autodidacta. No tenía recursos para seguir estudios superiores en artes plásticas. Ahora sus pinturas al óleo tienen motivos indigenistas. Juan intenta retratar paisajes con elementos característicos de la cultura andina. “Pintar este tipo de cuadros es una manera de difundir lo mejor del Perú, queremos que los extranjeros se lleven un recuerdo de nuestro país”, sostiene.

Juan Ampuero González (62) con sus pinturas en la exposición al aire libre de Lima. Foto: Sara Calle

A esta asociación se han sumado artistas jóvenes, que poseen una mirada distinta de las artes plásticas. Este es el caso de Lorena (33), quien pinta desde hace dos años y medio. “Comencé a pintar por un tema más espiritual”, refiere. La artista admite no haber encontrado aún un estilo propio, pero considera que es feliz al ver que la gente aprecia sus trabajos: “Antes me daba vergüenza exponer mis pinturas porque las considero muy personales y no todos las entienden, pero ahora me parece excelente que la gente pueda valorarlas”.

Cuadros expresionistas pintados por Lorena (33). Foto: Sara Calle.

Willie Fernández Rodríguez (65), presidente de esta agrupación, recuerda haber empezado en la pintura desde sus primeros años de vida. Hacía dibujos en el colegio para sus compañeros, se los regalaba. Luego decidió venderlos. Tuvo la oportunidad de graduarse en la Escuela Nacional de Bellas Artes con mención honrosa, y actualmente vive de su arte. Llegó a esta asociación en los años ochenta y para él la pintura es parte fundamental de su vida pues le ha abierto muchas puertas profesionalmente. “La pintura y estas manos me han dado la oportunidad de conocer gran parte del mundo”, revela.

Si en algo coinciden todos los artistas de dicha agrupación es que dedicarse a la pintura no es fácil. Vivir netamente de la venta de sus obras es un sueño para muchos, pero una realidad solo para algunos. “Para pintar necesitas ser una persona con ingresos económicos estables y que sepa ser constante”, señala Juan. Y para tener éxito en este rubro también es necesario componer piezas artísticas que sintonicen con los gustos del público, de modo que se animen a comprar. «El artista oscila entre pintar lo que le parece con la mayor libertad y la necesidad de tener un sustento económico. Por eso también buscamos ofrecer cuadros con estilos costumbristas, como el indigenismo al óleo», explica Willie.

Willie Fernández Rodriguez (65) pinta al óleo. El motivo principal de sus obras es la pesca artesanal. Foto: Sara Calle.

Tras la pandemia del covid-19, Willie asumió el liderazgo de la asociación, responsabilidad que tiene hasta hoy. Veinte años después recuerda con gratitud las facilidades que les dio Fernando Andrade, el exalcalde de Miraflores, para mostrar y vender sus pinturas en un sector específico del parque Kennedy. No obstante, precisa que cada artista inscrito financia sus propios proyectos “Ni la municipalidad, ni el Ministerio de Cultura nos financian”, resalta. La asociación paga impuestos por el espacio que ocupan los viernes, sábados y domingos. Es un colectivo que se sostiene con su propio esfuerzo y creatividad.