Inspirando sin fronteras: la historia de emprendimiento de Mariangela Méndez, migrante venezolana

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Meses antes de cumplir los 18 años, Mariangela Méndez Romero tuvo que migrar al Perú con sus padres y su hermana. Para subsistir tenía previsto dedicarse laboralmente al baile. Ahora, a sus 23 años, cuenta con tres negocios: enseña zumba, realiza shows infantiles y, hace dos meses, estrenó un carrito en el que vende minidonas. 

Por Alexia Vidal



El primero de ellos es “Zumba sin fronteras”, una referencia a esta actividad física que combina la música con movimientos de baile y ejercicios aeróbicos. Su travesía comenzó en el 2022, después de renunciar a su trabajo en una empresa de productos naturales. No estaba plenamente satisfecha, ya que sus aspiraciones relacionadas con el baile no se estaban cumpliendo.

Al principio, sus padres, Mónica Romero (docente) y Gerardo Méndez (ingeniero industrial), tenían muchas dudas sobre la iniciativa de Mariangela, pero finalmente le brindaron su apoyo. Inició en un pequeño local que le alquiló a un amigo cercano de su padre en Pro, Los Olivos. Resalta que tiene experiencia y habilidades para el diseño gráfico, por lo que la publicidad de todos sus negocios están a su cargo. 

Mariangela (abajo y en el centro) junto con sus alumnas un año después de haber empezado con “Zumba sin fronteras”. Foto: archivo personal.

Admira lo que está haciendo en su taller de zumba porque puede ayudar a otras mujeres. La mayoría de las que asisten son madres de familia que desean mejorar su aspecto físico o perfeccionar su técnica en la danza, mientras disfrutan de una rutina de baile con diversos ritmos musicales, desde reguetón hasta huaino. Este último género es uno de los favoritos de Mariangela. Revela que lo descubrió luego de su llegada al país.  

Mientras el primer emprendimiento iba mejorando, una de sus estudiantes le consultó si podría animar el cumpleaños de su hija menor. A pesar de que el pago acordado era modesto, ella aceptó. Vislumbró esta solicitud como una nueva oportunidad de trabajo. Empezaron a llegar los mensajes por WhatsApp de potenciales clientes interesados en sus servicios de entretenimiento infantil. Admite que tuvo que aprender a organizarse con anticipación durante la semana para no decepcionar a quienes la solicitaban.

Mariangela también le comunicó a su padre sobre otro negocio que quería crear, “Zumba animaciones”. Todo empezó cuando una señora que vendía objetos de piñatería le explicó los implementos básicos que necesitaba. La propaganda la llevó a cabo mediante sus redes sociales. “Empezaron a correr la voz. Supongo que les gusta lo que hago y así poco a poco he ganado mi cartera de clientes”, señala.

Mariangela animando uno de sus shows infantiles. Foto: archivo personal.

En cuanto a su llegada al Perú, recuerda que le resultó desafiante acostumbrarse a un espacio más pequeño de lo que estaba habituada. No obstante, reconoce que gracias al apoyo de su familia pudo sobrellevar su nueva realidad. Actualmente, sus padres y su hermana están en Venezuela hace menos de un año. “Mis papás ya tenían planificado regresar. Ellos nunca vinieron con el plan de quedarse a vivir”, apunta Mariangela. 

¡Nuevo emprendimiento!

Su madre, Mónica Romero, fue quien le recomendó la venta de minidonas decoradas. Empezó a practicar y a comprar los implementos e ingredientes necesarios. Promocionó sus dulces y comenzaron a llegar los pedidos. A su negocio más reciente lo llamó “ZuDonuts”, el cual ya cuenta con un carrito para extender sus ventas a un público mayor. Confiesa que sin la iniciativa de su mamá tal vez no estaría realizando este tercer emprendimiento. 

Fotografía promocional de las minidonas hechas por Mariangela y su nuevo carrito. Foto: archivo personal.

Acerca de sus futuros planes, ella pretende invertir, principalmente, en su negocio de shows infantiles “Zumba Animaciones”. La finalidad es que todos los implementos sean de su propiedad para brindar un paquete más completo a sus nuevos clientes (bocaditos, toldos, decoración, etc.). Si bien su emprendimiento de minidonas es nuevo, no descarta alquilar un local dentro de unos meses más. Mientras sigue dictando clases a sus queridas alumnas, busca un local más amplio para su pujante academia. ¡Mariangela está imparable!