Las restricciones de la pandemia lo llevaron a emprender en el mundo de las redes sociales donde se volvió tendencia incluso fuera del país. Actualmente, cuenta con 202 mil seguidores en Instagram y 194 mil suscriptores en Youtube. Daniel Asto relata cómo inició su travesía para convertirse en uno de los DJ más reconocidos del Perú.
Por: Karla Morales
Portada: Archivo personal
Una figura destacada en el mundo de los DJ’s es Daniel Asto, un amante del reggaetón que ha renovado el significado de esta profesión. En el 2014, dio inicio a su carrera y con el tiempo fue ganando contratos y protagonismo en las mejores discotecas de Lima. Llegó la pandemia y se detuvieron todos los eventos, se cerraron las discotecas y se prohibieron las fiestas. Su trabajo como DJ estuvo paralizado por todo el 2020, por lo que se vio forzado a incursionar en las redes sociales.
Daniel, desde su adolescencia, siempre presentó un gusto por la música, pero nunca imaginó dedicarse a eso. Su primer acercamiento musical fue en el colegio, él acompañaba a un amigo DJ a sus eventos. Fue ahí cuando este oficio cautivó su atención y despertó sus ansias por querer estudiar y dedicarse a ello. Prontamente, se inscribió en la academia de DJ Luigi. Sin embargo, no fue hasta un año después que puso en práctica todo lo aprendido.
En el 2012, Asto, con 19 años, trataba de descubrir su verdadera vocación. Como todo joven empezó a salir de fiesta y a ir a discotecas. En ese tiempo aún no trabajaba, pero ya tenía el afán de ganar su propio dinero, ser más independiente y cubrir sus propios gastos. Así que empezó a buscar trabajo en los clasificados de los diarios y encontró un anuncio que buscaba DJ para la cadena de karaoke “Sopranos”.
Al postular, quien entrevistaría era un señor que andaba en las mismas discotecas a las que él asistía los fines de semana. Recuerda con ironía que ambos se habían visto antes en los box más cotizados de las discotecas, y en ese momento él estaba solicitando un puesto que pagaba por debajo de un sueldo mínimo. Asto accedió al empleo y permaneció durante 4 meses. A pesar de que se trataba de un trabajo monótono y soso, descubrió su afición por trabajar de noche.
Con el tiempo, Asto fue siendo más consciente de lo que quería lograr en la vida. Se dijo a sí mismo: “Ya es hora de tomármelo en serio. Estudié esto de ser DJ y voy a aprovecharlo”. Lo primero que hizo fue buscar la manera de comprar una laptop propicia para tocar en sus eventos. Para ello, necesitaba una de alta gama que sus padres no podían financiar. Afortunadamente, una tía le proporcionó el dinero necesario para que la comprara con la promesa de que él vaya pagando poco a poco.
Lo primero que hizo al adquirir la laptop fue llamar a todos sus amigos y escribirles a quienes estaban próximos a cumplir años en Facebook, por si necesitaban un DJ para sus eventos. De ese modo, logró terminar de pagar la laptop e invirtió en la compra de su primera consola. Anteriormente, solo había alquilado.
Fue creciendo y se hacía más conocido cada vez más en el mundo de las fiestas. Alcanzó a presentarse en las discotecas más top de Lima como Gótica (actualmente Lima Bar). Así se mantuvo trabajando por casi 6 años hasta que llegó la pandemia. Daniel Asto fue parte de este sector de la población que tuvo sus ingresos paralizados por todo el 2020.
Navegando por las redes sociales, observó que muchos DJ realizaban transmisiones en vivo en la red social Instagram. Se le ocurrió hacer lo mismo. Ordenó su sala, colocó su equipo encima de una mesa, su celular en frente de él y empezó a grabar. Desde su primer ‘en vivo’ tuvo éxito, se sintió cómodo y tuvo gran aceptación del público, que era lo importante. Así fue que siguió transmitiendo todos los sábados del 2020 por la noche logrando alrededor de 1600 usuarios conectados.
La gente que se encontraba confinada en sus hogares a causa de la amenaza que significaba el COVID-19, ingresaba a las transmisiones y disfrutaba de la música en compañía de DJ Asto. Para animar aún más sus en vivo, incluyó temáticas de películas y se vistió de Spiderman, Lord Farquaad, Woody de Toy Story, Bob Esponja y muchos otros más. Con ello, aprendió que a la cámara le gustaba que interactúen con ella. Se volvió más extrovertido, pues se dio cuenta que mientras más animado se mostraba él, la gente la pasaba mejor.
Luego de ese año, las restricciones del gobierno bajaron, así como los números de sus las transmisiones ‘en vivo’. Los usuarios empezaron a salir los fines de semana y ya no se conectaban como antes. Durante varios meses, Asto prescindió de las transmisiones y solo se dedicó a compartir reels y tik toks.
Nada mejor que el mismo DJ Daniel Asto para retratar su ascenso a la fama a través de una videollamada, mientras pasaba su última noche de gira descansando en un hotel de Santiago de Chile. No cabe duda que es un hombre que mantiene su estilo en todo momento y la misma energía que transmite en sus videos.
¿Cuál fue el suceso que te volvió viral a nivel internacional?
Las cosas siempre pasan por algo. Yo hasta ese entonces vivía con mi mejor amiga, pero se enamoró y decidió mudarse. Busqué roommate por un tiempo y un amigo, que es film maker, se mudó conmigo. Un día, de casualidad, estuvimos hablando y pensamos que podíamos crear contenido para Youtube. Nuestra primera idea era subir vlogs. Antes de empezar, decidimos ganar suscriptores para el canal de Youtube con un video mio tocando reggaetón ‘old school’ que duró alrededor de hora y media. De esa manera, la gente podía escucharme cuando quisiera y no era necesario que se conecten un sábado por la noche a mi transmisión en vivo, sino que podían estar un lunes por la tarde escuchándome tocar. A la semana, nos dimos cuenta de que había explotado en vistas. No sé cómo se hizo viral. Creo que fue la combinación de la música y el nombre que le había puesto que fue clave: “Reggaeton Old School Sessions”. Actualmente, el video cuenta con 16 millones de reproducciones.
Luego, seguimos subiendo más videos sin dejar de hacer lo que al principio fue: en mi casa, con mis telas y en mi sala. Algo súper artesano y natural que no fue planeado con una estrategia de marketing detrás. Al principio, el algoritmo de Instagram me llevó a hacerme conocido a nivel nacional. Sin embargo, Youtube me abrió las puertas a otros países como Chile, donde me encuentro ahorita de gira, Colombia, Ecuador, Argentina, Puerto Rico y España.
¿Cómo fue volver a dar presentaciones en vivo después de dos años de pandemia?
Después de haber estado tocando en mi sala por casi dos años frente a una cámara, llegó el momento de dar mi primer show en vivo en Chiclayo. Yo estaba preocupado porque antes de esto yo era el DJ que estaba en una esquina, casi de forma anónima, en la oscuridad, que solo se dedicaba a tocar y listo. Ahora, tenía que hacer lo mismo que hacía en Youtube, que era por lo que la gente iba a verme. Para calmar los nervios tuve que tomar cuatro shots de tequila antes de subir al escenario. Después de ese momento, logré adaptarme y ya no necesitaba tomar nada de alcohol. Hoy en día no tomo más que agua. Tengo que presentarme de viernes a domingo en diferentes lugares cada día y debo de estar en el aeropuerto desde temprano para llegar a mi próximo destino.
¿Cómo te preparas para una presentación?
Primero, estudio el mercado musical. Hago una lista de lo que voy a poner. Paseo por Spotify revisando las listas de canciones que son tendencia en los países donde tengo público. Así me aseguro de que a todos les guste y que no se sientan excluidos. También realizo encuestas en Instagram para saber qué está escuchando la gente y qué les gusta. Para armar mis mezclas tengo que escuchar todas las pistas y enlazar una con otra. Puedo demorar una semana preparando todo para recién empezar a grabar contenido. Esto se llama criterio musical que se va ganando con experiencia.
¿Cuál crees que es el diferencial que te ha llevado a destacar?
Intento que la gente vea que disfruto lo que hago. Es transmitir un sentimiento, no solo es música. Lo que me ayudó a mí fue compartir un poco de mi esencia. Me gusta interactuar con el público, hablar por el micrófono, incluso me subo encima de la mesa y bailo. Procuro cuidar mi imagen yendo al gimnasio. Yo empecé a ir al gym en el 2020 no porque sea saludable, sino porque sabía que mi imagen era parte de lo que vendo. Me encargo de elegir qué atuendo voy a utilizar para cada presentación. No he visto muchos DJ que se preocupen por estos aspectos.
¿Qué consejo le darías a los jóvenes que quieren ser DJ?
La constancia es clave, aunque eso se aplica para todo. Mientras seas constante, te esfuerces, mejores tu técnica; lograrás convertirte en un experto y el trabajo no te va a faltar. La experiencia es lo que hace a un buen DJ. Es bueno tener referencias de cómo lo hacen otros, pero no hacerlo igual. Se trata de darle tu toque, tu esencia.
¿Cuál es el siguiente paso para DJ Asto?
Mi próximo plan es lanzar mi propia canción. Todavía no sé cómo lo lograré, pero sé que tengo que hacerlo. Desde siempre me ha gustado cantar y tocar la guitarra. Probablemente, el tema sea sobre alguna exenamorada o sobre algún episodio de mi vida. Por ahora, es una idea que tengo, no la he comenzado aún, pero es posible que en un año tenga mi canción. También, me gustaría seguir presentándome en muchos más países como exponente peruano del reggaetón. Así como lo he hecho acá en Chile.