Cuando juega una, jugamos todas: Lo que se viene tras el bicampeonato de Alianza Lima

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La final entre Alianza Lima y Carlos Mannucci fue noticia en todo el país por el gran impacto que tuvo en la imagen del fútbol femenino nacional. Tras una brillante actuación del cuadro blanquiazul, la atención de los medios y la inversión de los clubes ha aumentado. ¿Qué es lo que les espera a las futbolistas peruanas después de esta victoria? En esta nota te lo contamos.
Por Melannie Mayta
Portada: Alianza Lima Femenino


Ser jugadora de fútbol en el Perú puede llevarnos de la ilusión juvenil a la mayor frustración de nuestras vidas. Muchas deportistas terminan desmotivadas ante la indiferencia de la directiva de los clubes que no valoran su talento y su esfuerzo. Por eso es necesario exigir a quienes dirigen las entidades deportivas una mayor inclusividad y reconocimiento.

El reciente bicampeonato de Alianza Lima se presenta como un caso único y un ejemplo que estimula a las futbolistas a continuar luchando. Cuando las blanquiazules cargaron el trofeo en Matute el 6 de octubre pasado, el mensaje que transmitieron fue claro: una mujer tiene la misma capacidad que un hombre para dominar la pelota en un campo de juego. Ni más ni menos. Lo que ella espera es igualdad de oportunidades.

El mensaje del bicampeonato aliancista ha conmovido e inspirado no solo a mujeres futbolistas, sino a todos los que apuntan a un cambio inclusivo en el balompié peruano. Danitza Alvarado es jugadora del Fútbol Club Killas y lleva cuatro años con el número 8 en la posición de mediocampista. También conversamos con Nair Aliaga, periodista deportiva y conductora en Gol Perú. Ambas comentan aquí los pequeños avances del fútbol femenino después de la brillante actuación aliancista.

Todos somos iguales

La comunidad que existe dentro del fútbol femenino está caracterizada por el respeto, cooperación y admiración mutua. Con el triunfo de Alianza Lima, las jugadoras se sienten orgullosas ya que consideran que se trata de un reconocimiento importante a su talento. “Verlas ganar anima a los equipos que han estado entre los seis primeros lugares de la competencia a seguir esforzándose. Al menos para mí contribuye mucho a mi pasión y metas como deportista”, reconoce Danitza. 

Además de los equipos clásicos, se espera que los de provincia o independientes tengan la oportunidad de sobresalir en la Liga Femenina, tal como lo hizo Carlos Mannucci en esta final. Su actuación y campaña fue tan impecable como la de Alianza y también es un ejemplo e inspiración a seguir.

Mi hinchada sí importa

Las mujeres futbolistas se han resignado a jugar con las tribunas vacías, sin una hinchada que las respalde. En algunos clubes, generalmente los más pequeños o de provincia, los entrenadores y su comando técnico repiten a las jugadoras que son “afortunadas” por no tener seguidores, refiere Danitza. Según ellos, no contar con popularidad es una ventaja dado que les permitiría tener una mayor concentración, ya que no son juzgadas, como sí ocurre con los hombres que compiten en la liga masculina.

El Estadio Alejandro Villanueva “Matute” en plena final de Alianza Lima vs. Carlos Mannucci. Asistieron más de treinta mil personas y fue el segundo partido que vendió entradas más rápido en la región sudamericana. Foto: Alianza Lima Femenino.

La blanquiazul demostró que ese argumento es inválido. Los más de treinta mil hinchas presentes en el estadio de Matute motivaron a las jugadoras a tener un desempeño impecable en el juego. “Un equipo no puede funcionar sin una hinchada. Alianza nos enseña que los hinchas son una pieza fundamental para liberar esa pasión en la cancha que las hace sentirse futbolistas”, afirma Nair. Se espera que en la próxima temporada de la Liga Femenina más aficionados puedan asistir a los partidos, y al parecer, todo indica que será así.

Auspicio es todo lo que necesito 

Un equipo de fútbol, además de su hinchada, requiere de auspiciadores que apuesten por su éxito. En el fútbol femenino, son muy pocas las marcas que financian a los clubes e invierten en publicidad. Para muchas empresas no vale la pena, admite Danitza. 

Representantes de Xiaomi TV posan junto a Milagros Reyes y Adriana Lúcar tras firmar el convenio de auspicio para su equipo de fútbol. Fuente: Zoom Empresarial.

El marketing utilizado por Sky Airlines y Xiaomi TV en la campaña aliancista invita a otras marcas a prestar atención al fútbol femenino. “Las grandes empresas deben buscar a las jugadoras. Las marcas que auspiciaron a Alianza lo hicieron porque las vieron jugar y se tomaron el tiempo y la oportunidad de confiar en su talento, no hay más. Nike y Adidas ya están invirtiendo en Universitario y Cristal. Estamos avanzando”, asegura Nair. 

Despidiéndonos de los prejuicios

El ínfimo apoyo que reciben los equipos femeninos es consecuencia del machismo que abunda entre los aficionados de este deporte. “Me pasa que reviso mi Instagram y algunas personas mandan esos típicos vídeos en los cuales una chica, por ejemplo, patea mal. Lo hacen con la intención de burlarse y dar entender que todas somos así, pero no es cierto”, confiesa Danitza. Minimizar la habilidad futbolística por el simple hecho de ser mujer es frustrante y desagradable.

Ese prejuicio se va desvaneciendo poco a poco. Tras la gran actuación del cuadro aliancista, programas dedicados al análisis futbolístico empezaron a halagar las técnicas y figuras de juego de equipos de la Liga Femenina. En redes sociales, los cibernautas viralizan fragmentos de algunas jugadas por medio de publicaciones o tweets, los cuales invitan a los demás a tomar en cuenta la destreza que exhiben las mujeres en la cancha.

Tweet en el que se aprecia un fragmento de una jugada de Melgar en la Liga Femenina de Arequipa. Cuenta con más de mil reproducciones. Fuente: Twitter.

Las academias de fútbol son las que más perciben este cambio. Los padres de familia que llevan a sus hijas confían en las entrenadoras por su alta profesionalidad. “A veces trabajo como entrenadora en la academia de mi club. Antes era muy difícil que un papá buscara una mujer para capacitar a sus hijas, ahora saben que nosotras hacemos un buen trabajo”, acota Danitza.

El peor enemigo: el acoso y la burocracia

El acoso sexual y las trabas burocráticas para denunciarlo es otro problema latente que rodea la vida profesional de las futbolistas. El caso de Adriana Lúcar fue muy notorio después de revelarse el acoso que sufrió por parte de un entrenador de la Selección Peruana Femenina. Otros casos de violencia contra la mujer en el fútbol no han merecido la misma atención de los medios y los clubes. “Te podría contar muchos casos que probablemente jamás los veas en pantalla; y si lo ves, nadie se animará a hablar del tema. En Deportivo Municipal se denunció un caso de acoso y no hubo respuesta del club ni del comando técnico. No existe protección ni garantías para las jugadoras”, lamenta Nair. 

Mientras la Federación Peruana de Fútbol no sancione a los acosadores, las deportistas no contarán con las garantías y elementos para entrenar y jugar. En el caso específico del club Killas, se intenta resguardar la integridad de las jugadoras a través de un ambiente predominantemente femenino: la administración está bajo un comando de mujeres. Si nadie puede proteger a las futbolistas, ellas lo hacen bajo sus propias reglas, explica Danitza.

En miras a la profesionalización

Pese a los avances del fútbol femenino, está pendiente su profesionalización. Entre salarios mínimos y pésimas condiciones de entrenamiento, las futbolistas se ven en la obligación de tener empleos paralelos. “Hay muchas que estudian o son madres y se limitan a ver el fútbol como un pasatiempo, no como una forma de subsistir. En F.C Ayacucho, las futbolistas tienen que viajar en bus por horas para entrenar y no tienen dónde dejar a sus hijos. Hace un tiempo entrevisté a una jugadora de Universitario y me confesó que le pagaban sólo 500 soles. ¿Para qué te alcanza esa cantidad?”, afirma Nair indignada. 

Alianza Lima demuestra que, con una administración eficiente, el fútbol femenino puede volverse profesional. Al margen del torneo o del rendimiento de los equipos, todos los clubes están en la obligación de cumplir con los pagos, proporcionar la infraestructura adecuada y dar otras facilidades. “Se nos debe brindar las condiciones necesarias para que podamos representar a nuestros clubes y al país. Somos igual de importantes dentro del fútbol”, enfatiza Danitza. 

Si bien falta mucho por mejorar en el fútbol peruano, lo cierto es que el camino cada vez es menos inclinado. La blanquiazul demuestra que el fútbol femenino es apasionante y exitoso, siempre y cuando cuente con un respaldo institucional. “Alianza Lima hizo bien las cosas y eso se debe imitar. Espero que, de aquí a cinco años, todas las chicas que se dedican a este deporte tengan la seguridad de seguir haciendo lo que más les gusta y dejen su huella en la historia del fútbol. Es lo que más queremos”, concluye Nair.