Cómo la fotografía puede plasmar el retrato de la lucha social en medio de la pandemia
A Luis Javier Maguiña le ha tocado vivir para registrar la memoria gráfica de la pandemia. Este fotógrafo independiente decidió salir a las calles para retratar en sus fotos una sociedad marcada por la indiferencia.
Por: Anggie Vivas Portada: Archivo de Luis Javier Maguiña
Las imágenes que captura Luis perdurarán para recordar escenas que resumen los días difíciles que se viven en el Perú: estudiantes sanmarquinos que protestan por mejor educación pública; trabajadores de los gremios de salud que exigen mayor compromiso para contener el coronavirus; la lucha de las trabajadoras de limpieza pública que temen por su estabilidad laboral; las acciones por la crisis climática en tiempo de pandemia; y el movimiento de colectivos feministas que reclaman por los derechos reproductivos de las mujeres.
Luis Javier migró a Lima desde Huaraz en el año 2016 en búsqueda de un futuro mejor. Al año siguiente ingresó a la PUCP a la especialidad de Comunicación Audiovisual, pero terminó cambiándose a la carrera de Comunicación para el Desarrollo. “Estudio Desarrollo porque esta especialidad genera una narrativa comunicacional, una especie de antropología visual y no me centro tanto en la agenda de los medios de comunicación hegemónicos, más bien prefiero darle visibilidad a la problemática social, a los que no tienen un medio para ser vistos”, sostiene.
Su interés por el fotoperiodismo nació al involucrarse en los conflictos dentro de la universidad como las manifestaciones de los jubilados PUCP, quienes reclamaban que la universidad cumpliera con la restitución de los beneficios del Complemento de Pensión de Jubilación (CPJ). También participó en las protestas por el cobro ilegal de moras en 2018. Luis Javier sostiene que “tomar estas fotos y mostrarlas también es una forma de denuncia hacia la inacción estatal y de las autoridades”.
Desde los primeros días de cuarentena ha realizado este registro gráfico porque considera que “ningún medio de comunicación grande te da esta perspectiva, la de la mirada del otro”, sostiene. Él publica las imágenes en sus cuentas de Instagram y Facebook conocidas por el nombre de NinaÑawi. Es una palabra compuesta por Nina y Ñawi, ambas en quechua, que traducidas significan Ojos de Fuego. “Estas luchas representan para mí el fuego. Cada vez que puedes registrar una imagen, tus ojos pueden visualizar toda esa llama, las protestas del pueblo”, explica.
Para él, fotografiar movimientos sociales no solo implica la búsqueda de la estética en las imágenes, sino también escenas que reflejen los sentimientos y emociones de los involucrados y que, al mismo tiempo, informen. “He salido a tomar fotos durante la pandemia porque tengo la necesidad de ayudar a las demás personas visibilizando las situaciones de injusticia por las que pasan. A veces se puede interpretar como asistencialismo, pero ese no es el motivo. Quiero comprometerme con las causas sociales”, concluye Luis Javier.