Ubicado en el distrito de Surco, a tres cuadras de la estación Ayacucho del tren eléctrico, se encuentra Cinema Garden, un proyecto autogestionado que promueve la cultura del cine al aire libre desde inicios del 2023. Se trata de un espacio gratuito donde los asistentes pueden, además de ver películas, escuchar música en vivo e incluso presenciar stand up comedy de artistas locales. El pago por cócteles y piqueos que se ofrecen dentro es la forma de colaborar con Santiago Moreno, el anfitrión. En la siguiente nota, nos cuenta la historia de Cinema Garden.
*Este trabajo fue elaborado en el curso Taller de Redacción Periodística, dictado por el profesor Mario Munive.
Por Favia Horna
Es sábado a las 6:30 p. m., los visitantes van llegando y el jardín se empieza a llenar. Una suave melodía de fondo ambienta las conversaciones de quienes están aquí desde temprano y los primeros pedidos de piqueos y bebidas se reciben en la barra. Parejas, grupos de amigos y personas por su cuenta van acomodándose entre las mantas y cojines distribuidos en el césped, al lado de pequeñas cajas de madera que cumplen el papel de mesas. El lugar está decorado por luces y el público permanece con expectativa frente a la gran pantalla de tela, a la espera de la primera proyección de la noche.
Desde que pones un pie en esta casa, ubicada en jirón Manuel Águila Durand 223, puedes reconocer que Cinema Garden es una experiencia distinta. El jardín es un espacio amplio y casi cuadrado, con capacidad para aproximadamente 40 personas. Cruzando la puerta que divide la sala del jardín, se encuentra un pequeño pórtico, donde está ubicada la barra de consumo y algunos asientos para quienes no deseen estar en el pasto, todo bajo un toldo y lámparas azules y naranjas. Dando unos pasos al frente, te encuentras en el área verde y puedes ver el proyector junto a la pantalla en la esquina derecha del lugar.
Esta singular propuesta cultural se empezó a hacer conocida gracias a una reseña viral en TikTok. En la página de Instagram del proyecto (@cinemagardenlima), que acumula más de 22 mil seguidores, se publican los enlaces a los grupos de WhatsApp correspondientes a cada película a proyectar, la cartelera de la semana y toda la información del espacio y lo que ofrece. Las funciones son los sábados a las 6:30 p. m. y a las 8:45 p. m., sujetas a cambios de acuerdo a la disponibilidad del organizador.
Cinema Garden fue fundado el 23 de enero de 2023 por Santiago Moreno, estudiante de Comunicación Audiovisual Multimedia en Toulouse Lautrec. Él tiene 23 años, es venezolano, y lleva casi una década en el Perú. Su madre es peruana, por lo que este fue el destino elegido por su familia ante la necesidad de huir de la crisis económica de su país de origen. Durante su tiempo aquí, ha trabajado en diversos establecimientos de comida, sin imaginar el giro que darían sus planes al combinar su pasión por el cine con el potencial del jardín del hogar.
“Siempre me ha gustado el cine. Había visitado varios lugares acá en Lima de cine privado (fuera de las salas convencionales) y un amigo me inspiró a crear mi propio espacio”, cuenta Santiago. Todo comenzó con la celebración del cumpleaños número 12 de su hermana Mía, cuando montó un pequeño cine en el jardín de su casa para ella y sus amigas. Después, el amigo que le prestaba el proyector de películas le brindó la opción de repetir la experiencia con su círculo amical, y fue así como inició la aventura de Cinema Garden, que recibía de 10 a 15 espectadores hasta que obtuvieron más visibilidad en redes sociales.
“Al principio era un propósito personal para ver si podía conocer más personas apasionadas por el cine mientras trabajaba. Luego me di cuenta de que lo que generaba proyectando estas películas era enriquecer la cultura del cine en Lima, algo que se ha dejado de lado y no se toma en tanta consideración”, declara Santiago. Al ser un negocio que impulsa por redes sociales, señala que es necesario conocer al público y sus preferencias. Esto lleva a que la oferta cinematográfica de Cinema Garden se alinee a las tendencias, aunque también proyecte los llamados “clásicos” o películas de ciertas temáticas según la coyuntura, lo que la vuelve atractiva y versátil para los cinéfilos.
Si bien él es el administrador del lugar, también cuenta con el apoyo de varias personas, como su abuela Aura Paredes, de 72 años, quien prepara los piqueos que se ofrecen al público. Este incluye papas fritas, tequeños, canchita y falafel. “Lo que más me reconforta es saber que estoy dándole una oportunidad laboral a mi abuela, pues no recibe una pensión de jubilación. Trabaja conmigo y eso es maravilloso”, expresa Santiago.
Asimismo, contrata a un bartender que se encarga de los cócteles y las bebidas sin alcohol presentes en la barra. Su nombre es Sebastián Ramírez y relata cómo, mediante una publicación en Instagram, conoció a Santiago, con quien congenió rápidamente. Desde el primer momento le fascinó el concepto de Cinema Garden, por lo que no dudó en sumarse al proyecto. “Es un ambiente bonito, tranquilo, instagrameable, un plancito fuera de lo común en el que puedes disfrutar de las películas con la misma profundidad e intensidad que en una sala de cine”, afirma Sebastián.
El cine tiene el papel protagónico, pero no es lo único que Cinema Garden promueve. Una novedad que presenta es un pequeño intermedio durante cada película, cuando se ofrece el escenario a diversos artistas locales, como dibujantes, comediantes, estilistas, músicos, poetas, entre otros.
“Lo que siempre hemos promovido es el arte, nuestra misión es compartir los conocimientos y experiencias de los artistas”, comenta Santiago. Actualmente, la carga de los estudios le resta tiempo para gestionar la búsqueda de los talentos, pero dice que es genial tener el espacio para darles visibilidad. El proyecto también ha apoyado a causas benéficas, donando todas las ganancias de ciertas funciones a organizaciones de adopción de animales como Ni una huellita más y Asociación Ecovida Animal.
Con todo lo que este espacio ofrece, ¿cómo se mantiene siendo gratuito? ¿Es rentable a modo de emprendimiento? Santiago confiesa que “a veces simplemente hay pérdidas, porque comprar es algo voluntario y yo no obligo a nadie a hacerlo”. Considera que el arte es una actividad que se debe compartir, por lo que es mucho mejor si es gratis. Seguramente sería más lucrativo si se hiciera masivo, pero Santiago tiene la meta cercana de completar sus estudios antes de ir más allá. “No es un negocio tan rentable, pero nutre tanto a la persona que lo realiza que es una labor encantadora”, apunta.
Para escoger las películas a proyectar, se crean encuestas en redes sociales y, a partir de los resultados, se organizan especiales en torno a fechas importantes, actores, actrices, o géneros específicos. Mean Girls, The Notebook, Matrix, Deadpool, Your Name, Fight Club, Mujeres al borde de un ataque de nervios, Intensamente, y una gran favorita del público, La La Land, fueron algunos de los filmes exhibidos. Santiago menciona que descarga las películas de plataformas de streaming (Netflix, Max, Amazon Prime, etc.) a fin de evitar inconvenientes con la conexión de internet.
Él se inclina personalmente por el cine de culto. Intenta mostrar las películas que descarga de páginas dedicadas a este género, además de convocar conversatorios y proyecciones especiales para quienes muestren interés. Comenta que el fin es descubrir filmes y encontrar ideas interesantes o debatibles que puedan enriquecer el alma y brindar una enseñanza.
Por ejemplo, en el último especial de cine de culto, se necesitó una votación para escoger entre Thanatomorphose (Éric Falardeau, 2012) y El cielo sobre Berlín (Wim Wenders, 1987). Santiago busca un equilibrio entre lo que a la gente le llama más la atención y lo más “rebuscado”, que cree que también puede ser muy beneficioso.
Cabe resaltar que existen otros cineclubes con formatos similares, como el de la PUCP, Cineteatro Irracional o Cine Caleta, los cuales inspiraron a Santiago en la creación de su propio emprendimiento. La mayoría de estos espacios son privados, pero, por ejemplo, la Municipalidad de Miraflores implementó el “Cine bajo las estrellas” en el parque Reducto durante una breve temporada.
En los planes de Santiago está dedicarse a dirigir películas. A su vez, desea continuar a futuro con este trabajo de difusión cultural. “Es algo que no cambiaría jamás, me parece milagroso”, asevera.