El amor por la música lo heredó de la familia de su madre y despertó en ella un sueño que no ha abandonado. Graduada en ingeniería industrial, trabajaba en una empresa hasta que decidió renunciar para dedicarse a lo que considera su estilo de vida. Hoy Marialva es una de las emergentes promesas de la música peruana independiente. Compone sus temas, graba sus videos y organiza sus conciertos. Mientras plasma su vida en canciones y las transmite con ritmos fusionados, va construyendo su carrera como cantautora y productora.
Por Alexandra Romero
Marialva, cuyo nombre artístico nació de la fusión de María, su primer nombre, y Alva, su apellido materno, creció con la ilusión de vivir de la música. Esta vocación despegó cuando de niña tomaba clases de piano y solía visitar el coro que integraba su madre. Sin embargo, al principio no contaba con el apoyo de su familia paterna. “Eran de los que te decían ‘tienes que estudiar una carrera profesional, las personas no viven de eso’. Entonces, más allá de mi interés por la música, siempre estaba con ese chip en mi cabeza”, recuerda.
La influencia de esa parte de la familia y su habilidad con las matemáticas la indujeron a estudiar ingeniería industrial en la Universidad de Lima. Todavía era una adolescente y una crisis vocacional se avecinaba en su camino. Estaba arrepentida de la decisión que había tomado. “En séptimo ciclo ya no sabía qué hacer con las clases de ingeniería porque lo que yo quería era estudiar música, pero dije: ‘Me falta poco para terminar la carrera, mejor acabo y luego me meto a la música’”.
—Durante esta etapa, ¿tus amigos sabían de tu afición por la música?
—Sí, y me apoyaban. Para un cumpleaños hice un concierto. Invité a los amigos de la empresa en la que trabajaba, a mis amigos de toda la vida y a mi familia. Al día siguiente, mi jefa me dijo: “No entiendo por qué no te dedicas a lo que te gusta, a la música”. En verdad me chocó un montón lo que me dijo. Se supone que yo debía estar enfocada solo en el trabajo, ¿no? Pero ella me dijo: “En verdad se nota que te gusta, ¿por qué no te lanzas?”.
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Esta pasión artística, que ya no podía pasar desapercibida, llevó a que, después de graduarse en el 2019, Marialva tome clases de canto y de música mientras ejercía su profesión. Y si bien en un principio fue una suerte de pasatiempo, ya empezaba a plantearse el vivir de la música.
En el 2020, con la llegada del Covid-19, su deseo se volvía cada vez más una realidad. A solas, en medio de la cuarentena, haciendo trabajo remoto y alejada de las distracciones de su vida prepandemia, Marialva se sumergió más en su pasión al inscribirse en clases de producción musical para explorar su faceta artística. En ese periodo realizaba covers de Camilo, Billie Eilish, Greeicy, Radiohead, entre otros famosos cantantes y bandas. Un año después tomó una de las decisiones más importantes de su vida: renunciar a su trabajo y dedicarse a la música.
—¿Qué es lo que te impulsó a dar ese salto?
—Haber tenido tanto tiempo para mí y no salir de casa me hizo darme cuenta de lo que realmente quería hacer con mi vida. Fue como un descubrimiento. Dije: “Ok, quiero hacer esto. Me está gustando más de lo que pensé y es el momento perfecto. ¿Por qué no puedo apostar por esto? Lo peor que puede pasar es que no salga bien, pero por lo menos lo habré intentado”.
—¿Tus padres te apoyaron cuando tomaste esa decisión?
—Sí, conté el apoyo de ambos, también el de la familia de mi mamá, pero mi familia paterna no sabía que había renunciado al trabajo. Se enteraron después de un año, porque no sabía qué decirles. Para ellos yo seguía trabajando en la empresa, pero en verdad ya había tomado mi decisión. Que mi papá y mi mamá hayan estado ahí y me hayan apoyado es suficiente… como una bendición, esa es la palabra.
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En noviembre del 2021, Marialva lanzó su primer sencillo como cantautora independiente con el videoclip de Soy, un tema que fusiona funk, disco, indie y pop para transmitir un mensaje de empoderamiento personal. Surge de su propia experiencia al reencontrarse con ese ingenio musical que tenía desde niña.
—¿Cómo fue tu experiencia tras el lanzamiento de tu primera canción?
—No sabía cómo iban a recibir la canción, si muchos la iban a escuchar o si nadie la iba a escuchar. Era tanta mi emoción… Todo mi entorno sabía cuánto había querido que llegara ese momento y la recibieron súper bonito… El videoclip que hice también fue lindo, porque participaron artistas que eran amigos míos y fue una experiencia increíble. Recuerdo mi primera canción con mucho cariño, con mucha ilusión. Superó mis expectativas definitivamente.
Hasta la fecha, Marialva ha lanzado nueve canciones compuestas y producidas, o coproducidas, por ella. Dimensión es su último sencillo. En la producción de cada tema se refleja su gusto por la fusión de géneros musicales: “Busco transmitir mi sonido, un sonido propio, con el que puedas escucharme cantando disco o urbano/reguetón, y puedas decir ‘¡Ah! Ella es Marialva’, porque puedes identificarlo”.
El inicio de su carrera como productora musical no fue sencillo. Las dudas y temores causados por la escasa presencia de mujeres en este rubro provocaron que ella se sienta intimidada al experimentar en un sector dominado por hombres. “Hasta ahora a veces todavía me siento un poco así, pero todo es cuestión de seguir creyendo en mí misma y mi capacidad para producir”, apunta.

—¿Buscas lograr algún impacto con tus propias producciones musicales?
—De todas maneras. Me gustaría que la mujer tenga más presencia en la industria musical, en este caso en Perú. Sobre todo en la producción, que motiven a las mujeres a ser parte de ese proceso, porque es una manera muy enriquecedora de ver tu propia canción.
Su camino como cantautora independiente supone que la creación y organización de sus canciones, videoclips, conciertos y estrategias de promoción estén a cargo de Marialva, quien, más allá del dinero, invierte gran cantidad de tiempo y esfuerzo.
—¿Qué es lo que te mantiene firme en tu decisión de dedicarte a la música pese a que es muy difícil vivir de ella?
—Es que no me imagino haciendo otra cosa. O sea, a veces digo «¡Ay, ojalá me gustase más lo empresarial!», pero es que no me imagino haciendo otra cosa más. Si me voy a otro lado, sería infeliz. Eso es lo que me mantiene firme. Para mí la música no es solo sacar canciones, ser una artista y que la gente te conozca, sino un estilo de vida, porque es lo que haces todos los días y, si lo que haces todos los días no te gusta, ya es un problema. Aparte de eso, también te ayuda como persona. Yo no soy la misma que era antes de la pandemia.

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Marialva tiene más de 12 mil seguidores en Tiktok y 3 mil en Instagram, quienes apoyan su música y están pendientes de sus lanzamientos. A través de las redes, suele promocionar sus canciones, dialogar con sus fans, contar sus experiencias personales y la creación de sus beats.
—Las redes también te sirven para conectar con tus seguidores…
—Sí, creo que lo más importante es conectar. Las personas no van a escuchar tu canción simplemente porque eres Marialva, sino que van a conectar por lo que hay detrás de esa canción o por algo que realmente les llame la atención. Yo busco darle valor a mis seguidores o a las personas que me escuchan.
Marialva tiene muchos proyectos a futuro con los que espera deleitar a su fiel público seguidor: “Paré un poco los conciertos, porque quería enfocarme en hacer nueva música y he estado reflexionando sobre qué es lo que quería transmitir y cantar. Ahora estoy trabajando en un nuevo EP, quiero explorar un poco más el mundo urbano. Además, el próximo viernes 13 de octubre voy a lanzar el videoclip de una nueva canción que se llama Viaje astral y tengo previsto un viaje a Miami, donde pienso dar algunos conciertos chiquitos, acústicos, y si se da la oportunidad, grabar una canción allá”.