Antenor Guerra-García y la ambición por historiar el fútbol peruano

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Con su más reciente publicación, “Temporadas internacionales de fútbol en Perú. 1924-1974”, el periodista y escritor Antenor Guerra-García Campos suma su quinto libro publicado sobre la historia del balompié local. A finales del año 2017 Guerra-García ganó el premio “Luces” del diario El Comercio por su primera publicación: “Fútbol Peruano: Los protagonistas de su historia”. Cinco años después, el escritor sigue investigando sobre el tema que lo apasiona.

Por Álvaro Cáceres
Portada: Líbero



15 de noviembre de 2017. La selección peruana acaba de ganarle por dos a cero a su similar de Nueva Zelanda, clasificando a un mundial después de 36 años. La locura y la alegría se apoderaron de las calles. Todos, incluso los que no son muy futboleros, estallaron de alegría aquella jornada. Al escritor Antenor Guerra-García, sin embargo, lo albergó la preocupación. Había esperado hasta este momento para publicar su primer libro: “Fútbol Peruano: Los protagonistas de su historia”, esperanzado en el creciente interés en este deporte, pero nada le aseguraba que la respuesta del público sería positiva. Lo había terminado de escribir el 2016, pero publicarlo ese año no era una buena idea: Perú estaba último en la eliminatoria mundialista. Un año después, sin embargo, llegó el momento propicio para ponerlo a la venta. Con más dudas que certezas, solo imprimió 2000 ejemplares.

La respuesta del público acabó con los temores del escritor y tan solo en el primer trimestre se vendieron 1500 copias. Meses después obtuvo el premio “Luces”, de El Comercio, en la categoría de “Mejor Edición Especial” de aquel año. La publicación generó múltiples elogios. Lo entrevistaron en prensa escrita, en radio y en televisión. Medios internacionales, como El País o el diario As, destacaron su trabajo. Cinco años después, Antenor sigue sorprendido de que todo ello haya sido posible a sus 55 años. “Ya estaba tío, pero tenía que hacerlo”, recuerda sonriendo.

Antenor nació en el seno de una familia reconocida en Lima: Los Guerra-García. De origen cajamarquino, los padres de Antenor se instalaron en la capital peruana a finales de los años cuarenta e inicios de los cincuenta. Aunque Antenor nació en Lima, él se siente un cajamarquino más. «Nací aquí en Lima, pero he ido a Cajamarca por lo menos una treintena de veces, recuerdo que desde chico íbamos al estadio a ver a equipos, como el UTC», rememora el escritor. Su padre, Roger Guerra García Cueva, médico de profesión, fue viceministro de educación en el segundo gobierno de Fernando Belaunde y, más tarde, entre 1995 y 2000, llegó al Congreso en representación de Unión por el Perú. Además, fue uno de los fundadores de la Universidad Cayetano Heredia, de la cual llegó a ser rector.

Cada vez que Antenor habla de su padre, se desprende de su rostro una innegable admiración hacia el legado que le dejó a él y a sus cinco hermanos. «Es un paradigma para mi familia», reconoce. Y es que la influencia de su padre fue tan grande para Antenor que al parecer heredó virtudes como el orden, disciplina y empeño. “Yo arranco mi jornada a las seis y media de la mañana y termino a las once de la noche. Solo me detengo para comer y hacer un poco de ejercicio. De ahí todo es constancia: investigar y escribir”, sentencia. Gracias a esta estricta rutina, ha podido publicar cinco libros. Pero advierte que solo es el inicio: “Mi meta es publicar uno por año, me lo he propuesto por los próximos veinte años por lo menos”, confiesa.

Pero, ¿cómo nace la pasión de Antenor? Él creció en la Residencial San Felipe, complejo habitacional rodeado de extensas áreas verdes y recreativas. Durante las vacaciones escolares, Antenor y sus hermanos salían de casa con pelota en mano y retaban a los vecinos de los edificios de la residencial. Jugaban desde las nueve de la mañana hasta las siete de la noche, cuando caía el sol. Pero no todo era fútbol, también le apasionaba el atletismo. De chico, se las ingeniaba para improvisar breves “torneos olímpicos”. La piedra del batán con el que molían el ajo en la cocina era ‘perfecta’ para el lanzamiento de bala, los rieles de las cortinas podían transformarse en jabalinas y las amplias veredas de San Felipe servían de pista atlética.

Recuerda que a los trece años fundó una pequeña revista en la que relataba los partidos y competencias deportivas de su barrio junto a sus hermanos y vecinos. La llamó “Don Balón” en alusión a una famosa revista española. Él la repartía por todo el vecindario. Más tarde cuando estudiaba en el colegio La Recoleta dirigía el periódico mural. Su vocación periodística ya asomaba.

Antenor estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Lima y realizó sus prácticas profesionales en El Comercio. Aunque entró en la sección Cultural, rápidamente terminó trabajando en Deportes porque el diario urgía de periodistas que se encarguen de cubrir el mundial de México 1986. Dos de los grandes referentes en ese entonces, “Pocho” Rospigliosi y Emilio Lafferranderie, “El Veco”, habían viajado al país azteca. Antenor fue convocado para hacer cobertura en la sección Deportes. Años después fue parte del equipo de redactores que fundó el suplemento “Deporte Total”.

Con la experiencia de su primer trabajo, en 1988 lanzó “El semillero” una revista de fútbol amateur. Como su nombre lo indica, la publicación se enfocaba en las ligas distritales de Lima. Antenor se encargaba de todo: fue director, redactor, fotógrafo y publicista. Logró publicar siete números de esta revista, y aunque no fue su trabajo principal, lo que ganó le alcanzó para sobrevivir en un periodo de galopante inflación. Eran los años del terrorismo y Antenor recuerda que siempre andaba con una cámara fotográfica. La violencia estaba en las calles y quería registrarla.

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Después de su experiencia como periodista deportivo, durante los años noventa y en las primeras décadas de este siglo, Antenor trabajó en otras áreas de la comunicación. Se desempeñó en marketing, publicidad y fue consultor en comunicaciones. En todo ese periodo, pudo conocer muchas ciudades del Perú. Siempre aprovechaba para seguir alimentando su principal interés: el fútbol peruano. “A cada lugar que iba, siempre tenía que visitar el mercado y el estadio”, refiere. A Antenor le encantaba este trabajo, se sentía cómodo haciendo consultorías, pero a la vez sentía que algo le faltaba. Estaba conforme e inconforme al mismo tiempo.

Siempre quiso escribir la historia del fútbol peruano. Con los años se dio cuenta de su vocación enciclopedista. “El fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes”, dijo alguna vez el italiano Arrigo Sacchi. Antenor no suscribe esa frase. Para él el fútbol, en especial el fútbol peruano, siempre fue uno de los temas más importante de su vida. Es por ello que en el 2017, a los 55 años, cuando dejó de trabajar como consultor, por fin pudo materializar su sueño y publicar su primer libro. “Antes no tenía el tiempo necesario, pero finalmente pude realizar mi ópera prima”, afirma. “Fútbol Peruano: Los protagonistas de su historia” es un libro que, como su nombre lo indica, rememora a los principales personajes de la historia de este deporte en el Perú. Es un libro grande, de tapa dura y papel couché, un libro de colección.

“El fútbol peruano: protagonistas de su historia”, primer libro de Antenor Guerra García junto al premio Luces que ganó el autor en el 2017. FOTO: Archivo personal.

Antenor tardó cinco años en escribir el libro, quería que sea una edición única, tanto en forma como en contenido. Primero tuvo que bucear en revistas antiguas, del siglo pasado. Luego fue a entrevistar a viejas glorias del balompié local y finalmente tuvo que pasar muchas horas buscando bibliografía. Visitó varias bibliotecas, pero en la que más horas pasó investigando fue en la Biblioteca Nacional.
Antenor es de esos escritores que pueden pasarse días enteros buscando el oro que se esconde en esa mina llamada Biblioteca Nacional. Para esta primera edición, la búsqueda fotográfica en particular fue la más exigente. Como ya tenía el relato y la descripción de los protagonistas de nuestro fútbol, requería “la foto precisa para la descripción precisa”. Fueron incontables horas buscando entre los archivos de diarios como El Peruano o La Tercera. Y aunque fue un trabajo prolongado y titánico, “también fue muy agradable”, recuerda.
Casi todos los libros que ha publicado comparten una característica peculiar: son volúmenes grandes, de 25 x 25 centímetros. “Es que me gusta que se vean bien las imágenes”, explica.

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A su segundo libro le dedicó seis meses. Reúne a todos los jugadores que vistieron la camiseta de la selección peruana. Son 734 deportistas presentados de manera alfabética. Se incluye una breve descripción de cada uno de ellos. Su tercer libro, “El Fútbol Macho: 50 años de Copa Perú”, refleja una de las pasiones del autor: el fútbol regional o “de adentro”, como él le dice. Aquí Antenor repasa la historia de los primeros 50 campeones de extenso, y muchas veces improvisado torneo que hasta hace poco servía como ascenso directo a la primera división del fútbol peruano. Antenor añora los primeros quince años de esta competición. “Hasta 1982, esos fueron los mejores años. Los tripletes a estadio lleno y en los equipos jugaban auténticos deportistas de cada región, como FBC Melgar, UTC, Atlético Torino, entre otros”, dice. Los años posteriores, Antenor los califica como “la parte fea de la Copa Perú”. Reniega de la aparición de peleas espantosas o resultados amañados e inverosímiles que le han dado tan mala fama a este torneo. Asegura que el aliciente de jugar un campeonato, que arranca en enero en ligas distritales y culmina a finales de año, después de cruzar cordilleras y habiendo jugado contra muchísimos equipos, es el acceso a la máxima división. “¿Jugar para qué ahora?”, se pregunta.

El Fútbol Mach0: 50 años de Copa Perú es el segundo libro del autor y reúne a todos los campeones de este particular torneo hasta la fecha. FOTO: Archivo personal.

En su cuarto libro, “Equipos que fueron”, Antenor rememora a los equipos de antaño, esos que alguna vez fueron protagonistas de la primera división y que hoy parecen estar olvidados en el tiempo. Algunos como Centro Iqueño, Defensor Arica, Octavio Espinoza o Defensor Lima. Lo más difícil fue encontrar las fotos de esos equipos desaparecidos. Entre bostezos y suspiros, las ganas de Antenor seguían aún despiertas. Tenía que encontrar registro gráfico. Y lo logró. “Tuve que pagar la licencia de muchas de esas fotos porque la mayoría pertenecen a Editora Perú”, relata. Debido a la antigüedad de esas fotos, muchas de ellas se encontraban en mal estado debido a la humedad. Pero esto no fue un problema porque Antenor sonríe cuando dice: “Me encanta la edición fotográfica”. Para recuperar la calidad de esas imágenes, el escritor tuvo que valerse de técnicas, como la colorización o la regulación de la saturación de acuerdo a las necesidades de cada imagen. Finalmente, las rescató de ese deterioro que parecía inexorable.

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Su más reciente publicación se titula “Temporadas internacionales de fútbol en Perú. 1924-1974”. De esta manera, suma su quinto libro publicado hasta la fecha. Hay un sexto libro, pero no ha sido publicado. En el 2020, la Universidad César Vallejo le encargó escribir la historia del club, a propósito de sus 25 años. “No lo han impreso, esa ya es su responsabilidad”, refiere.

Para este año Antenor adelanta que la publicación que tiene ya preparada se llamará: “Los estadios en el Perú”. Ha recopilado la historia de 60 estadios, desde el más grande hasta el más pequeño, donde se ha jugado fútbol profesional. Este será el séptimo libro del autor en igual número de años. Ha mantenido la promesa que se hizo a los 55 años con su primera publicación: escribir la historia del fútbol peruano.