América Orihuela: la peruana que bailó junto con Britney Spears

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En el 2011, formó parte de los ocho seleccionados por Coca-Cola que compartieron escenario con Britney Spears, la ‘princesa del pop’, en su primer concierto en Perú. En el instante en que sus pies tocan la tarima, América Orihuela (31) deja atrás los miedos que alguna vez la acompañaron. Cada paso que da es una celebración de su deseo de trascender. Creó el “Team Kaoz”, un espacio que brinda a bailarinas peruanas la oportunidad de trabajar con grandes artistas del reggaetón, tal como lo hizo ella con J Balvin, Jowell & Randy, Maldy (Plan B), Don Omar, entre otros. Su cuerpo enfrenta los desafíos de cada coreografía. Tres horas de entrega física en el escenario, un entrenamiento que deja cicatrices, como las lesiones que le ha tocado sobrellevar. América persiste, consciente de que este es solo el inicio de su viaje artístico.

*Este trabajo fue elaborado en el curso Taller de Crónica y Reportaje, dictado por el profesor Mario Munive.

Por Valeria Lévano


Las luces se encienden, el murmullo del público se convierte en un rugido intenso y, con un último suspiro, América siente la energía que emana Cochinola, uno de los eventos más grandes del reggaetón donde los gigantes del género se unen en un solo escenario. Así se lanza a la tarima, junto con Alexis & Fido. El escenario está en Lurín, es un sábado de invierno y ella siente que el sueño por el que tanto ha luchado finalmente está a su alcance. Un susurro del pasado la envuelve, trayendo consigo el eco de recuerdos que resuenan en su mente: cómo comenzó todo, los primeros pasos, y el placer inocente de moverse, sin más propósito que el de sentir.

“Bailo desde chiquitita”, recuerda América con una sonrisa. Siempre supo que la danza era parte de su vida. Su energía la llevaba a destacar en cualquier actividad que involucrara el arte de moverse. Las presentaciones escolares no estaban completas sin su presencia y en cada reunión familiar se aseguraba de armar su propio “showcito”. Si bien disfrutaba bailar, su futuro aún no estaba tan claro. La oportunidad llegó en 2012 con las notas de Where have you been, una canción de Rihanna que sonaba en la radio, y que cambiaría su vida de forma inesperada. 

“Pude participar en un concurso reconocido en Las Vegas, el Hip Hop International (HHI). Iba a representar al Perú, pero en ese entonces andaba sin rumbo, bailando sin consciencia. Cuando llegué allá, todo cambió. El nivel de danza era increíble porque no solo estaban los bailarines de Estados Unidos, ¡fueron de todo el mundo! Yo quedé impresionada, el nivel era extraordinario”, cuenta. América no retornó sola. Traía aquella corazonada que sintió desde el día en que llegó al evento. Decidida, se acercó a su madre. Se armó de valor y le dijo que dejaría los estudios para entregarse por completo a la danza.

Presentación para DJ Diego Alonso en el festival Barrio Latino 2021. Fuente: @amerikaoz19.

Pasos en la tormenta 

El brillo de los escenarios es solo una cara de la moneda; la otra está marcada por un camino lleno de desafíos. Para América, la danza siempre ha sido mucho más que un pasatiempo. Es un compromiso que en 2013 fue puesto a prueba tras sufrir un esguince en la rodilla izquierda, lesión recurrente que volvería a inmovilizarla en los siguientes años. “Yo pensaba: ¿Qué me está pasando? ¿Qué está sucediendo con mi pierna? Todo ocurrió mientras bailaba en una clase días previos al Hip Hop International. Y era de las clases intensivas, las más importantes que iba a tomar allá”, rememora con un suspiro. 

El desgarro de los ligamentos de su rodilla no solo la limitó físicamente. Sembró un miedo que la llevó a cuestionarse si su tiempo en la danza estaba llegando a su fin. América no es de las que se rinden. Comprendió que las batallas más difíciles no siempre se libran en el escenario, sino en la mente. La constante lucha con su rodilla le enseñó que el cuerpo responde a la energía que recibe. “Empecé a tratarla de una manera más positiva, con amor, haciéndole sus masajes”, confiesa conmovida. 

Encontró en la resiliencia una nueva fuerza, la capacidad para levantarse una y otra vez. Su rodilla, aunque marcada por el pasado, es testigo de una batalla que no ha hecho más que fortalecerla.

Sesión de fisioterapia de América ante el desgarro del ligamento en 2015. Fuente: @amerikaoz19.

Sueños con ritmo propio

Kaoz es una promesa que América se hizo a sí misma y se volvió real en una audición en el 2021. Nació como un sueño compartido, una respuesta a esa necesidad de transformar la danza comercial en el Perú, de darle un rostro nuevo y convertir cada movimiento en un testimonio de vida. Las bailarinas de Kaoz, además de prepararse para las performances, dominan la retención de coreografías, crean montajes y perfeccionan el arte del vestuario y maquillaje para el escenario. Cada integrante sentía que pertenecía a algo mucho más grande que las representaba. Desde el local de entrenamiento ubicado en la avenida Larco de Miraflores, América evoca con pasión la esencia de Kaoz. 

—¿Qué te motivó a crear Kaoz?

—Necesitaba depositar mi confianza en un equipo, uno comprometido profesionalmente y que esté en la misma línea que yo. Kaoz es una oportunidad para que el talento peruano se muestre en las tarimas grandes. Y no se trata de un “Ah, te llamo para tal show” y de ahí no nos comunicamos más. Yo quería que el equipo se vea conectado, implicando entrenamientos continuos, y que mis enseñanzas lleguen a más personas. La idea es que la industria crezca, que la gente vea que sí hay nivel de baile en Perú, que pueden confiar y pueden contratarnos.

—¿Kaoz ha dejado alguna huella en ti?

—El hecho de fundar Kaoz me hizo sentir muy orgullosa. Me enseñó a trabajar, a ser líder, directora, me ha ayudado en muchos ámbitos de mi vida. El ver los resultados de mi gente en las tarimas, verlos cumplir sus sueños… Eso me llena, me hace sentir que estoy haciendo bien mi trabajo. La gente de Kaoz Dancers Oficiales está trabajando muy duro para poder lograr muchas cosas y es bonito que se haya abierto la oportunidad de hacer otros teams, Pre-Kaoz Dancers y Baby-Kaoz, en los cuales también puedan tener un proceso de evolución y que poco a poco vayan experimentando esa sensación de estar en un escenario.

A medida que su carrera avanzaba, se iba acercando a un escenario que no había imaginado: trabajar junto con artistas internacionales. “Con Don Omar empecé a prepararme física y mentalmente para el festival Barrio Latino 2019. Lo de Chencho Corleone fue perfecto, quería bailar para él desde hace mucho tiempo y los coreógrafos eran dos personas que yo seguía. Y con Jowell & Randy, bueno, después de varias cancelaciones, al final lo logré en el mismo evento en el 2018. Fue uno de mis más grandes sueños porque yo escuchaba su música desde que era chibola”, relata América.

Hoy, sentada frente a las integrantes de Kaoz, observa cada rostro atento mientras les habla. De pronto, detiene el ritmo de su voz y, con una sonrisa, deja caer una revelación: “Me escogieron en una audición que organizó Coca-Cola para bailar con Britney Spears”. Las bailarinas están anonadadas. Sus expectativas se fortalecen porque, si América lo logró, ellas también pueden hacerlo.

América Orihuela (quinta de izquierda a derecha) con el polo de Coca-Cola saltando al ritmo de I wanna go durante el concierto que Britney Spears (segunda de izquierda a derecha) brindó en Lima, Perú, el 24 de noviembre del 2011. Foto: Facebook oficial de Britney Spears.
América (tercera de izquierda a derecha) y otros siete bailarines compartiendo escenario con ‘la princesa del pop’ en la explanada del Estadio Monumental de Ate en el marco de su gira Femme Fatale Tour. Foto: Facebook oficial de Britney Spears.

Ecos compartidos

En un escenario dominado por artistas internacionales que llegaban con su propio elenco, América decidió cambiar el guion al ser una de las pioneras en abrir puertas a las bailarinas de nuestro país. “La industria ha evolucionado tanto que ahora se confía en las bailarinas peruanas y eso me llena de alegría. Todo lo hice a fin de que hubiese más oportunidades para todas, quería que los artistas de afuera vieran que aquí también había nivel”, exclama.

Hoy son 13 mujeres en Kaoz, 26 en pre y 27 en baby. En 2022, cautivaron al público limeño con su talento en los shows de Maldy y R.K.M. de los dúos Plan B y R.K.M & Ken-Y, respectivamente. El año pasado dejaron una impresión memorable en el inicio del concierto de Wisin & Yandel y en la presentación de Baby Ranks. Recientemente, las bailarinas de Kaoz han logrado bailar para el All Music Fest, y han podido compartir escenario con Alexis & Fido, Trébol Clan, Don Chezina y Ñengo Flow. 

Coreografiar a Maldy (Plan B) para el evento de Arena 1 en abril de 2022 fue uno de los momentos más retadores, pues ella se encontraba en México: “Tuve que enviar las coreografías al equipo para que se las aprendieran. Llegué dos días antes del evento y armé todo rápido. Ñengo Flow fue algo muy de la noche a la mañana, cuatro días antes que el evento de Noriel, que también fue mucho más difícil porque fue de un día para otro y yo tenía encima el show de Chencho. Igual acepté porque era una oportunidad única. De hecho, la producción quedó muy satisfecha con nuestro trabajo”, declara América.

El último compás

Mientras se aproxima una nueva oportunidad de trabajo en el escenario, ella está en Los Ángeles, pues pudo cumplir un sueño que anhelaba desde hace 11 años: “Hace poco conseguí una visa para poder ir a entrenar en Estados Unidos porque es algo que yo buscaba. En 2012 y 2013 pude concursar y capacitarme en Los Ángeles, pero en 2014 me negaron la visa y estuve aplicando desde entonces. Cuatro veces me la negaron. A pesar de todo, fui muy persistente e insistí. Gracias a Dios esta vez se logró y eso es algo de lo que me siento orgullosa”, expresa.

En el silencio después del espectáculo, cuando las luces se apagan y el ruido del público se desvanece, América se da un espacio para pensar. Es mucho más que el final de una presentación. Pero sabe que, mientras una etapa concluye, otra comienza, y con cada paso que da, continúa escribiendo su historia, una que resuena en cada movimiento, en cada coreografía, y en cada nueva generación de bailarinas que sigue su ejemplo. La danza es su lenguaje y, a través de él, América Orihuela no solo cuenta su historia, sino que inspira a otros a encontrar la suya.