El corazón de Pedro Castillo está en Tacabamba. Concluida la campaña electoral, el profesor cajamarquino regresó a su pueblo natal para votar, desayunar con sus familiares y esperar los primeros resultados de los comicios. Pese al estrecho margen que separa a Castillo de su rival Keiko Fujimori, según el dilatado proceso de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), los habitantes de Tacabamba conservan las esperanzas de que el cambio que reduzca las brechas de desigualdad en Perú llegue por fin de la mano de un maestro y rondero que conocen bien. Entre huaynos y marineras, ellos celebran y destapan cervezas mientras esperan el resultado definitivo que anunciarán las autoridades electorales.
Por: Valeria Vicente y María Alejandra Gonzales
Portada: Valeria Vicente