La comunidad de docentes de periodismo PUCP se pronuncian frente a los últimos acontecimientos y condenan la agresión policial contra periodistas y estudiantes universitarios que ejercen su derecho a la protesta.
Por: Somos Periodismo
Portada: Archivo
Frente a las manifestaciones pacíficas de miles de ciudadanos, a raíz de la cuestionada vacancia presidencial aprobada por el Congreso, los y las docentes de la Especialidad de Periodismo de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) expresamos nuestro profundo rechazo a la violencia desplegada por las fuerzas policiales contra quienes ejercen su legítimo derecho a la protesta y, con el mismo énfasis, condenamos las agresiones de las que han sido objeto más de una veintena de periodistas que informaban sobre estos eventos.
Anoche, mientras cubría las marchas de protesta en el centro de Lima, Alonso Balbuena Bellatín, periodista de Ojo Público y egresado de nuestras aulas, fue víctima de la brutal agresión de un efectivo policial quien, desde escasos metros, le disparó el proyectil de una bomba lacrimógena que le causó una profunda herida en la pierna derecha. Balbuena, quien se reestablece en una clínica local, no fue el único periodista atacado con ferocidad por las fuerzas del orden. Otros tres reporteros también resultaron heridos.
En los últimos días este grado de violencia se ha convertido en una práctica cotidiana de la Policía Nacional contra reporteros gráficos, camarógrafos y periodistas que cubren las movilizaciones ciudadanas tanto en distintos puntos de la capital como también en ciudades del interior del país. Veintiséis de ellos y ellas han sido heridos, golpeados, detenidos y amenazados. Las Fuerzas Policiales olvidan que es deber del Estado garantizar el derecho a la libertad de información y expresión. Su actuación, signada por el atropello y el abuso de autoridad, está vulnerando derechos consagrados por nuestro marco legal y constitucional.
Queremos también expresar nuestro rechazo a la exacerbada violencia desplegada por las fuerzas policiales contra los manifestantes. El uso de armas de fuego ha provocado heridos por perdigones, y el lanzamiento de bombas lacrimógenas ha obligado a muchos estudiantes a despojarse de mascarillas y protectores faciales para poder respirar. Esto sin duda los expone al contagio, como también la detención injusta y arbitraria de decenas de estudiantes que han sido confinados en ambientes donde no se respeta el distanciamiento social.
En este contexto, queremos expresar nuestra preocupación y extrañeza por la cobertura de determinados medios de comunicación sobre las manifestaciones de protesta de vastos sectores de la sociedad. Rechazamos por eso la cobertura mediática basada en la estigmatización de las protestas, a partir de su presunta vinculación con partidos políticos, e incluso con grupos extremistas y violentistas.
En los últimos días noticieros de televisión y radio, así como algunos medios impresos han llamado “turbas” a las manifestaciones, y “vándalos” y “desadaptados” a los miles de jóvenes universitarios que han salido a las calles a expresar pacíficamente su desacuerdo con un gobierno cuya legalidad y legitimidad está en duda.
Presentar las protestas como “disturbios” que generan “caos” y “destrucción” conduce a una criminalización de las expresiones públicas de descontento social. Los medios de comunicación tienen, en ese sentido, una enorme responsabilidad con sus audiencias, y deben desarrollar coberturas que tengan a los ciudadanos y al interés público por delante.
La ola de desinformación expresada en rumores y especulaciones, y divulgada sin procesos de verificación, ha creado un clima de confusión y oscuridad. Este solo beneficia a sectores que han expresado su rechazo a la lucha contra la corrupción, y que también se oponen a la valiente reforma universitaria desarrollada en los últimos años.
Los directivos y editores de algunos medios de comunicación no pueden ignorar que la protesta es un derecho constitucional. Manifestarse en la vía pública es la expresión legítima de un derecho; este representa el pleno ejercicio de ciudadanía en una democracia.
No podemos avalar que los cuerpos de seguridad del Estado sean utilizados para silenciar las voces disidentes, reprimir a opositores y agredir a quienes ejercen el periodismo con libertad e independencia.
Firmantes: Mario Munive Morales, Lucero Ascarza Canales, Gerardo Caballero Rojas, Agustín Cortega Gonzales, Ramiro Escobar La Cruz, Jacqueline Fowks De La Flor, Francesca García Delgado, Juan Gargurevich Regal, Alejandro Guzmán Gilardi Magnan, Ghiovani Hinojosa Navarro, Iris Jave Pinedo, Guy King Barrera, Dan Lerner Patrón, Jack Lo Lau, Adrián Menéndez Valdivia, Alonso Montesinos Aguilar, Leslie Moreno Custodio, Susana Pastor Brizzolese, Santiago Pedraglio Mendoza, Vanessa Perales Linares, Margarita Ramírez Jefferson, Valquiria Ramos Obregón, Bruno Rivas Frías, Leslie Rosas Mejía, Carlos Sánchez Dávila, Miguel Sánchez Flores, Diana Urquiza Cabanillas, Hildegard Willer.