Rosa, Brayan, Valeria y Fátima planeaban regresar a Lima cuando se cerraron las fronteras en marzo. Debieron cambiar de planes y vivieron días de angustia. Hoy ellos recuerdan la experiencia más azarosa de sus vidas.
La forzada educación virtual ha mostrado la enorme desventaja de quienes viven en zonas rurales con un limitado acceso a internet. Ellos son los excluidos de una brecha digital cada vez más ancha debido a la indiferencia y el centralismo estatal.
Actuaciones por Zoom, clases virtuales y un viaje de promoción suspendido en el tiempo: esa es la #Promo2020. En marzo la pandemia parecía acabar pronto, pero conforme pasaron los meses las esperanzas de volver al salón de clases se desvanecieron cada día más.
Han sido formados para enfrentarla cada día, pero ella nunca llegó con tanto ímpetu y frecuencia como en este 2020. Historias de resurrección y de muerte en las salas de cuidados intensivos.
Fueron miles los que partieron antes de que el hambre o el virus acabe con sus vidas. Un puñado de ellos reconstruyó su travesía para salir del Perú, cruzar Ecuador y Colombia y volver a un país que continúa hundiéndose en la pobreza.
Querían volver a sus pueblos. Eran provincianos, con niños en brazos y mochilas al hombro. Avanzaron por el filo de las carreteras en medio del frío y el virus rondando en el aire. Sus imágenes dieron la vuelta mundo.
Con sus salas cerradas desde el 16 de marzo, la gente de teatro ha buscado subsistir en el formato virtual. Actores y actrices independientes hablan de sus apuestas y emprendimientos e imaginan los montajes escénicos de la postpandemia.
Cuando los locales nocturnos se cerraron, ellos trasladaron sus conciertos a la calle. Hoy son parte del paisaje urbano. Dos músicos que se ganan la vida al aire libre agradecen la generosidad de sus nuevos públicos y critican la persecución de los serenos municipales.
María Fe Celi, Michael Zárate y Patricia Castro Obando viven en Shanghai y Pekín. Cuando el virus apareció en Wuhan, los tres cumplieron una cuarentena tan severa que logró frenar la propagación del Covid-19 en el país más poblado del planeta.
Las ventas virtuales se han disparado ante el riesgo de contagio que implica pagar con dinero en efectivo. Se le conoce como e-commerce y los distribuidores a domicilio son la cara visible de esta tendencia global.