Testimonio de Tatiana Espinoza: ¿Por qué no tengo la libertad de caminar como se me dé la gana por la calle?
En la adolescencia, si tenía una fiesta uno de mis hermanos tenía que acompañarme. Después era: “vas con tu enamorado”. Siempre la presencia masculina. “El hombre te cuida”, era un poco la premisa en mi casa.