‘Aceite de avión’ bajo tu piel: no habrá vuelo, pero sí pesadilla

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Cuando las ganas de mejorar la apariencia se vuelven mortales. En noviembre pasado se difundieron en televisión dos denuncias contra cosmiatras clandestinas que pusieron en peligro la vida de sus pacientes. Conversamos con Milagros Sánchez, presidenta del Comité Nacional de Lucha contra el Ejercicio Ilegal de la Medicina (LUCEIM) y la cirujana plástica Claudia Mercedes, quienes informan sobre los riesgos y consecuencias de someterse a una mala cirugía o tratamiento estético, así como de lo que se debe hacer para prevenir un daño corporal irremediable.
Por: Salma Cruzado y Natalia Huerta
Portada: Medally Fermín



Una joven peruana de 27 años cuyo nombre permanece en el anonimato llegó con la ilusión de mejorar su aspecto físico a los consultorios de un centro estético ubicado en la avenida Próceres de la Independencia, en el distrito de San Juan de Lurigancho, el pasado 6 de noviembre. La cosmiatra Auda Geri Gonzales le aseguró que, en solo dos sesiones, lograría realizarle una reducción de grasa en los brazos por el precio de S/1.700. La joven nunca imaginó que, dos días más tarde, su sueño se convertiría en una pesadilla.

Tras la segunda sesión, comenzaron los malestares: vómitos, mareos, pérdida de conocimiento, hasta que ya no pudo ni caminar. Actualmente, ella permanece en el área de cuidados intensivos del Hospital Arzobispo Loayza debido a una grave infección provocada por la intervención estética.

Esta historia no es aislada. En julio de este año Yesenia Huisa vivió una situación similar. Decidió someterse a un levantamiento de glúteos mediante la inyección de un supuesto ‘active gel de ácido hialurónico’ en un centro cosmiátrico ubicado dentro de un local de Gamarra (La Victoria). Ahora Yesenia presenta dolores que no le permiten ni sentarse y deformación en la zona intervenida.

En el programa “Al estilo Juliana” se expuso el caso de Yesenia. En el centro de la foto, se encuentra Berenice Estrada, cosmiatra perteneciente a la banda criminal “Ladies de Huaycán”. Foto: ATV.

Con frustración, ella afirma que nunca le dijeron que en realidad lo que le estaban inyectando era ‘aceite de avión’, nombre popular con el que se conoce a las sustancias modelantes no permitidas para el uso médico. El ‘aceite de avión’ es un biopolímero, sustancia sintética como la silicona líquida que se utiliza para rellenos de ciertas áreas del cuerpo como glúteos, rostro o piernas. Su acumulación en el cuerpo puede tener consecuencias no solo en el aspecto físico sino también en la salud de las pacientes.

La cosmiatría es la especialidad que busca mantener la belleza y la juventud de la piel de sus pacientes. La cosmiatra ejerce su profesión en ámbitos sanitarios como consultorios médicos, clínicas, hospitales y farmacias. Los tratamientos que efectúa son exclusivamente tópicos, es decir, no deben realizar ningún tipo de procedimiento con inyectables o cirugías. Sin embargo, existen cosmiatras que, por conseguir un beneficio económico, aplican sin escrúpulos sustancias ilegales al cuerpo de sus víctimas.

Cirugía y procedimientos estéticos ilegales en el Perú

La cirugía estética es una especialidad de la cirugía plástica a la que se someten pacientes sanos que desean alcanzar una apariencia facial o corporal que las acerque a un “ideal estético” determinado. “Los procedimientos estéticos se pueden realizar por moda o la expectativa estética de cada persona”, indica la Dra. Milagros Sánchez, presidenta del Comité Nacional de Lucha contra el Ejercicio Ilegal de la Medicina (LUCEIM).

La Dra. Claudia Mercedes, médica especializada en cirugía plástica y reconstructiva, menciona: “Si estás mal del corazón es obvio que vas a un cardiólogo, pero algunos pacientes, cuando se trata de algo estético, no le prestan la debida importancia y acuden a un cirujano general. Incluso hay ginecólogos haciendo estética. Siempre debe distinguirse lo que hace cada especialista”, enfatiza. “Cuando estamos ejerciendo lo que no nos han enseñado, ponemos en riesgo a la población”, complementa la Dra. Milagros Sánchez.

Cirugía de liposucción realizada por la cirujana plástica Claudia Mercedes, quien resalta la importancia de que solo un profesional especialista sea el encargado de estos procedimientos. Foto: Instagram personal.

Por otro lado, están las llamadas cosmiatras o personal no profesional. La Dra. Milagros Sánchez explica que son estas quienes predominan en la práctica ilegal. Particularmente, realizan procedimientos como la aplicación de sustancias modelantes para aumentar volumen en determinadas zonas, poniendo en riesgo la salud de sus pacientes. ”No tienen condiciones de bioseguridad ni tienen licencia para funcionar o, si la tienen, es para otra actividad”, puntualiza.

Los mecanismos más frecuentes que utilizan estos consultorios clandestinos para atraer clientes son cuatro. En primer lugar, estos se encuentran camuflados dentro de otros establecimientos como boticas o salones de belleza que se utilizan como fachada. En segundo lugar, estos centros ilegales cuentan con los llamados “jaladores”, mujeres y hombres que atraen a las víctimas, ofreciendo que, por cómodos precios, pueden mejorar su aspecto físico.

En tercer lugar, tenemos al sistema de ofertas. “He visto que ponen 2×1 en liposucción por el Día de San Valentín, cosas así. Una cosa es que tú vendas algo y puedas publicitar de esa forma, pero no puedes publicitar una cirugía. Eso no tiene sentido”, expresa la Dra. Claudia Mercedes. Finalmente, hay médicos que no tienen la especialidad en cirugía estética y se promocionan mediante las redes sociales y usan a los influencers para atraer a las pacientes.

Ejemplo de publicidad que utilizan las cosmiatrías y centros no especializados que realizan procedimientos estéticos de dudosa calidad. Foto: Facebook MM Spa & Esthetic.

Consecuencias

“Los cirujanos de otras ramas que realizan procedimientos estéticos cierran las cirugías con puntos que no son adecuados y dejan cicatrices de muy mal aspecto o dejan el ombligo no centrado. Esas cosas, que para nosotros son tan básicas, para quienes no tienen la especialidad no lo son”, sostiene la cirujana plástica Claudia Mercedes.

Sin embargo, en ocasiones los riesgos trascienden al plano estético y pueden provocar la aparición de enfermedades. La inyección de sustancias no aprobadas, como el ‘aceite de avión’, puede generar desde una leve inflamación y ulceraciones hasta secuelas permanentes o aquellas que, aun con los tratamientos realmente efectuados, no las han hecho desaparecer.

Imagen ilustrativa sobre la inyección de ‘aceite de avión’, sustancia de relleno no permitida para el uso médico. Foto: El Político.

La Dra. Milagros Sánchez advierte sobre los riesgos de la “enfermedad por modelantes”, que consiste en tener reacciones de distintos tipos tras la inyección de biopolímeros no autorizados. Enrojecimiento, hinchazón, dolor o infección de la zona, seguido de la formación de nódulos y deformación de los tejidos son algunos de los síntomas más comunes.

Esto no queda ahí. La sustancia se expande y puede afectar vasos sanguíneos, la piel y hasta generar muerte de tejido corporal (necrosis). Hay casos en que puede darse una infección de la zona o una infección generalizada, que muchas veces termina con el paciente en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). “La presentación de estos síntomas puede ser muy variable, desde un mes hasta 15 años después de la intervención”, detalla.

Secuelas de la aplicación de biopolímeros en el rostro, en la zona glútea y busto. Foto: Predictamen por el que se propone el proyecto de Ley 2620/2017 – CR que regula el uso de sustancias modelantes en tratamientos corporales con fines estéticos, y define dicho procedimiento como acto médico, presentado al Congreso de la República.

Por su parte, la cirujana plástica Claudia Mercedes añade que estas reacciones pueden aparecer en las zonas menos pensadas. “El procedimiento puede haber sido realizado en los glúteos y, posteriormente, la paciente puede presentar reacciones en la cara, en los brazos, en zonas donde no le habían inyectado la sustancia”, explica. Asimismo, aclara que el problema con los biopolímeros es que nunca puedes retirarlos del todo. “Es como una enfermedad que vas a tener de por vida”, sentencia.

De ahí la importancia de acudir a un cirujano plástico, ya que ellos no utilizan estas sustancias porque conocen el daño que producen. “Hay productos, como el colágeno, que utilizan los cirujanos y dermatólogos bajo medidas de asepsia total. No son sustancias comunes como el ‘aceite de avión’, sino que son productos totalmente estériles e inocuos que se aplican en cantidades necesarias para que no cambie toda la fisonomía del paciente”, precisa la Dra. Milagros Sánchez.

Recomendaciones para una cirugía estética segura 

La cirujana plástica Claudia Mercedes plantea que, para someterse a un procedimiento estético seguro, debe tenerse en cuenta lo que se conoce como “triángulo de seguridad”. Son tres puntos importantes a considerar: médico especialista, paciente informado y clínica apropiada.

1. Investigar al médico que realizará la cirugía estética. 

La página del Colegio Médico del Perú (CMP) cuenta con una aplicación llamada “Conoce a tu médico”. Con solo insertar el nombre, apellido o número de colegiatura del profesional, se puede verificar su especialidad, si cuenta con certificación y si esta persona está adecuadamente inscrita en el CMP. Es importante saber que los únicos profesionales autorizados para realizar cirugías estéticas son los cirujanos plásticos y reconstructivos, mientras que para la inyección de sustancias modelantes se incluyen también a los dermatólogos.

La aplicación “Conoce a tu médico” está disponible para la ciudadanía desde 2017. Foto: Colegio Médico del Perú.

2. Informar al paciente de los resultados y posibles riesgos

En la cirugía plástica es muy importante el consentimiento informado. “El médico no solo tiene que decir lo linda que puedes quedar, sino que debe comunicarte los contras de la cirugía, lo malo que puede pasar”, señala la cirujana plástica Claudia Mercedes. Indica que se deben aterrizar las expectativas del paciente, es decir, dejarles en claro que los resultados no serán iguales en todos los casos. Asimismo, el médico debe informar con detalle sobre los productos que aplicará. Estos deben estar reconocidos por la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (DIGEMID) y deben contar con un registro sanitario. “El paciente, lamentablemente, siempre viene con todo lo bueno en su cabeza, piensa que no va a pasar nada malo. Le restan importancia a la cirugía plástica o estética como si equivaliera a ir al spa, a hacerse el pelo, las uñas. Y no es así, la cirugía plástica tiene los mismos riesgos y se puede complicar como cualquier otra cirugía”, aclara.

3. Verificar si la clínica es apropiada

Debe asegurarse de que el lugar donde será operado guarde las condiciones de bioseguridad (limpieza y espacio adecuado para el procedimiento). La clínica debe tener los permisos y contar con el equipamiento para enfrentar situaciones de riesgo, es decir, con una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en caso de presentarse alguna complicación durante la cirugía.

Ley 31014: lucha contra la aplicación de sustancias nocivas

Según la Dra. Milagros Sánchez, en los últimos años, el trabajo de los cirujanos plásticos se ha visto invadido por otros grupos profesionales. Existen múltiples consultorios que no son precisamente de médicos, y, sin embargo, realizan exámenes y tratamientos a pesar de no tener la capacidad de evaluar integralmente lo que necesita una persona. “El ser humano no es un aparato”, enfatiza.

El sábado 28 de marzo de 2020 se aprobó la Ley 31014, la cual regula el uso de sustancias modelantes y las cataloga como actos médicos. Por lo tanto, solo las puede aplicar el cirujano plástico o el dermatólogo entrenado para esto. La promulgación de esta ley ha intentado contrarrestar el ejercicio ilegal que ejercen las personas no profesionales o profesionales no especializados que administran este tipo de sustancias.

Foto: Diario El Peruano.

Por su parte, el Comité Nacional de Lucha Contra el Ejercicio Ilegal de la Medicina (LUCEIM) ha lanzado una herramienta en julio de este año,  “Denuncia el ejercicio ilegal de la Medicina”. En esta sencilla plataforma, el paciente puede adjuntar pruebas de audio, video, fotos, entre otras, del sujeto que incurre en prácticas ilegales de la Medicina. “Lo que pedimos es que la población conozca este aplicativo para que pueda ejercer su derecho”, señala la Dra. Milagros Sánchez.

La herramienta “Denuncia el ejercicio ilegal de la Medicina” está disponible para la ciudadanía desde julio de 2021. Foto: Comité Nacional de Lucha Contra el Ejercicio Ilegal de la Medicina.

La cirujana plástica Claudia Mercedes enfatiza que, tras la aprobación de la Ley 31014, debería sancionarse a los médicos que invaden su especialidad. No obstante, esto no se viene cumpliendo. “Hay doctores que tienen un montón de seguidores en redes y publican tranquilamente que inyectan biopolímeros. Y, lamentablemente, hay gente que acude a estos tratamientos porque son baratos y no tienden a denunciar por más que haya evidencia”, resalta.

Han pasado casi tres meses desde que Yesenia Huisa denunció a la banda criminal de cosmiatras “Ladies de Huaycán’ en la comisaría de Breña. Sin embargo, este caso aún se encuentra sin resolver. Berenice Estrada, miembro de esta falsa red de cosmiatras, presenta otras diez denuncias similares y ya había sido capturada el 24 de octubre, pero fue liberada luego de 48 horas.

Yesenia y otras víctimas han pedido a las autoridades que capturen a estas estafadoras para que no continúen atentando contra la vida y la salud de las personas que anhelan un cambio en su imagen.